¡QUÉ MODESTO se puso el señor Presidente! Ahora salió con que con un poco de pintura por aquí y un par de resanes por allá en las refinerías, Andrés Manuel López Obrador logró evitar que aumentara el precio de las gasolinas en México.
EL MANDATARIO presumió la supuesta rehabilitación de la refinería de Minatitlán, Veracruz, y de otras cinco plantas, gracias a lo cual, según dijo, es más barata la gasolina en México que en Estados Unidos. O sea que la guerra entre Rusia y Ucrania, el alza estratosférica del precio del petróleo y la inflación creciente en el mundo, no tienen nada que ver.
EN ESA extraña lógica presidencial, el precio de la gasolina en México no ha subido taaanto porque se están destinando 37 mil millones de pesos para rehabilitar las refinerías. Se le olvidó a AMLO el pequeño detalle de que su gobierno está subsidiando el precio de los combustibles, un caprichito populista que le costará al país hasta 400 mil millones de pesos, según Raquel Buenrostro, la directora del SAT.
QUÉ FEO es cuando la realidad tiene otros datos. Pero, bueno, todo sea porque la popularidad presidencial no se desplome.
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ALLÁ en Manzanillo ya lo llaman “el robo del siglo”: 20 contenedores que podrían tener hasta 600 toneladas de oro, plata, zinc y electrodomésticos fueron robados de un patio de maniobras particular sin que ninguna autoridad se diera por enterada.
SI BIEN el mega atraco se dio fuera de las instalaciones que controla la Secretaría de Marina, se supone que se le dio el control del puerto de carga precisamente para arrebatarle el control al crimen organizado. Sin embargo, quienes saben del asunto dicen que el robo tuvo que contar con información interna, que debió haber pasado por manos militares.
ADEMÁS no se mueven 20 contenedores con dos chalanes y una combi. Se requieren grúas y 20 tractocamiones, o bien, menos transporte pero que entre y salga llevando los contenedores… ¿a dónde? Porque esa es la otra cosa: no se pueden esconder debajo de la alfombra.
PESE A ESO, resulta que ni los marinos, ni la Guardia Nacional se enteraron. Mucho menos la policía municipal de la alcaldesa morenista Graciela Martínez. ¿Y la gobernadora Indira Vizcaíno? ¡Ella menos! Seguramente anda en otro viaje de tinte partidista mientras Colima sigue empeorando en los indicadores de incidencia delictiva.
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EL QUE de plano se soltó el cabello fue Marcelo Ebrard, pues ayer en Toluca dejó ver un lado que no se le conocía: el de candidato mitinero. Cual si fuera dirigente de colonia popular, el Canciller tomó el micrófono en el encuentro de Morena y se puso a arengar a las bases de su partido, como si anduviera en campaña (oficialmente, claro). Si a eso se le suma la “espontánea” oleada de mensajes en su favor en redes sociales, bien se podría decir que, al menos ayer, Ebrard les comió el mandado a Adán Augusto López y, sobre todo, a Claudia Sheinbaum.