Me hubiera gustado que el Presidente de México hubiera asistido a la Cumbre de las Américas, que hubiera mostrado un liderazgo positivo y hablara de procedimientos efectivos para la lucha contra el tráfico de drogas y de armas que entran ilegalmente a México, crecimiento de la economía, protección del medio ambiente, energías renovables, creación de fuentes de empleo y la problemática migratoria. Pero eso hubiera sido imposible porque durante su gobierno estos problemas han sido desatendidos. 

Durante el mandato del expresidente Donald Trump, América Latina fue ignorada, los mexicanos fueron menospreciados y tratados como delincuentes y los inmigrantes que viven en Estados Unidos fueron agraviados. Era el momento de la reivindicación. Oportunidad desperdiciada porque el Presidente, poniendo a México en segundo plano, optó por no asistir y solidarizarse con países de regímenes autoritarios que no fueron invitados. Su papel es representar al país y ver por la seguridad y desarrollo de las y los mexicanos, no estar de cómplice con estados de tendencias políticas contrarias a la democracia. López Obrador escogió apoyar a los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua en vez de representar los intereses del pueblo mexicano. “No voy porque no se invita a todos los países”, dijo AMLO. Frase que suena a berrinche, a castigo, a venganza y que no beneficia en nada a nuestro país.  

Recordemos que la Primera Cumbre de las Américas se llevó a cabo en Miami en diciembre de 1994. En la reunión se redactó una Declaración de Principios y un Plan de Acción que fueron firmados por 34 Jefes de Estado y de Gobierno participantes. Es importante destacar que esta fue la primera Cumbre donde todos los líderes habían sido elegidos en forma democrática, y la primera que incluyó a Canadá y las islas Estados del Caribe. La Declaración de Principios estableció un pacto para el desarrollo y la prosperidad basado en la preservación y el fortalecimiento de la comunidad de democracias de las Américas. Así también, contenía mandatos como Derechos Humanos, Libertades, Libre Comercio, Mercados de Capitales, que Venezuela, Nicaragua y Cuba no están dispuestos a cumplir. Los requisitos para estar en la Cumbre de las Américas son claros y los países no invitados no cumplían con estos. Resultó una necedad insistir para que los invitaran y peor aún haber querido boicotear el evento porque Estados Unidos no cedió a las presiones y exigencias del mandatario mexicano que ahora resulta un defensor de dictaduras. 

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, declaró que “la asistencia del presidente López Obrador hubiera permitido una interlocución directa con jefes de Estado y de gobierno para consolidar relaciones clave, empezando por nuestros dos principales socios económicos, Estados Unidos y Canadá; así como con los demás países del continente”. Como dijo el comediante Jimmy Kimmel, Estados Unidos se quedó sin guacamole, ya que AMLO era encargado de llevarlo, y México se quedó sin la oportunidad de mejorar la relación bilateral con el país del norte.

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