ES CURIOSO cómo el presidente Andrés Manuel López Obrador es un ferviente enamorado del pasado nacional… excepto cuando le estorba para sus proyectos personales. Y eso es lo que está pasando con el Tren Maya y el descubrimiento de vestigios por donde pasaría el polémico Tramo 5.
EN EL Gobierno federal estaban muy seguros de que antes de julio tendrían las autorizaciones ambientales para avanzar en la construcción. Sin embargo, aquellas tierras están llenas de vestigios mayas, los cuales se han convertido en un dolor de cabeza, pues no pueden ser ignorados y destruidos.
EL PRESIDENTE tiene tanta prisa por cortar el listón, que ya dijo que irá cada 15 días a supervisar el avance de las obras. De ahí que los estudios de arqueólogos y especialistas están siendo sometidos a la presión de los tiempos políticos. Se les olvida que no por mucho madrugar se inaugura más temprano.
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POR CIERTO que el Tren Maya provocó el milagro de que el Secretario morenista de Gobernación operara políticamente en favor de un Gobernador panista. Ahora que anduvo en Yucatán, Adán Augusto López instruyó a los diputados estatales de Morena para que apoyaran a Mauricio Vila. Pero no fue mera cortesía política, el propósito fue conseguir una ampliación presupuestal para un sistema de transporte local, estratégico para apoyar al Tren Maya.
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ENORME consternación nacional e internacional causó el asesinato de los dos misioneros jesuitas que tenían años trabajando en la Sierra Tarahumara, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar.
LA INDIGNACIÓN obedece a que cada día es más evidente que la violencia en México está desbordada y no respeta a personas inocentes que, como en el caso de los sacerdotes, dedicaron sus vidas en favor de los más pobres.
EN los tres años y medio que van del sexenio, los homicidios dolosos ascienden a 121 mil 655, con lo que se rebasaron los 120 mil 463 que hubo en toda la administración de Felipe Calderón, ésa que tanto critica Andrés Manuel López Obrador. Con la violencia avanza la ingobernabilidad.
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EL QUE nomás no mete gol en política es el gobernador Cuauhtémoc Blanco. El morelense andaba muy ufano diciendo que ya había seleccionado el nombre de su sucesor en la gubernatura.
SIN EMBARGO, le sacaron la tarjeta amarilla desde Palacio Nacional para amonestarlo y advertirle que no será él quien decida a su relevo. Pero no sean malpensados, no es que vaya a haber dedazo presidencial -¡nooo!-; lo que va a haber es una encuesta para disimular dicho dedazo.