Día con día, el partido en el poder apuntala una pronunciada ventaja sobre los partidos de oposición. Revela encuesta del diario El País y W Radio que, si hoy fueran las elecciones para presidente de la República, Morena, sin aliados, arrasaría a todos los partidos juntos en alianza, no podrían desafiarlo. 

La competencia siempre generará beneficios al ciudadano. Sería sano y deseable contar con una oposición vibrante, fuerte, con una carismática narrativa y sensibles propuestas que le permitan generar esperanza y conectar con el pueblo. Todo esto más allá de los vanos proyectos personales de los infecundos clubes de intereses y de “consorterías” con los cortesanos del poder. 

El Presidente tiene otros datos y la oposición no tiene relatos. Esta parece no poder levantar cabeza, desde la debacle que sufrió en las elecciones del 2018. No hay una oposición, tampoco surgen nuevos liderazgos que conecten con el pueblo. Los actuales dirigentes de partidos carecen de carisma, credibilidad, creatividad, audacia, y muy distantes de la sociedad, porque no son un fiel espejo de los valores del pueblo. En una democracia es condición sine qua non que exista una contraparte al partido en el poder. Pero, ¿dónde está esa oposición? Los más grandes, el PAN y el PRI, parecen catalépticos rumiando su extravío y cuestionándose: “Ser o no ser…” 

Alito Moreno, jerarca del PRI, es un cadáver político que ya huele mal. Los videos que filtró la gobernadora de Campeche y la riqueza inexplicable del ex gobernador, con tufo de mal habida, le están haciendo un terrible daño al tricolor, de manera que ex gobernadores y distinguidos cuadros priistas le exigen su renuncia. En contraste, extrañamente, el inefable Markito sigue arropando al impresentable Alito. ¿Podrá el presidente del PAN hacer alianzas con un cadáver político ya amortajado con el estigma de la deshonestidad? Las alianzas deben hacerlas con el pueblo, para el pueblo y por el pueblo.

La “Alianza Va por México” parece cada vez más distante. Ya los empresarios, el grupo de interés detrás de la Alianza, se dieron cuenta que esta no podrá configurarse hasta que los dirigentes actuales de los partidos sean removidos de sus puestos, porque estos tienen sus propios intereses de sentarse en la Silla del Águila; además, los empresarios de marras ya advirtieron que con los actuales dirigentes no les alcanza para conquistar el poder. 

A un suspiro de distancia están las elecciones para gobernador del Estado de México y Coahuila. Ambos son baluartes priistas, nunca han sido gobernados por un partido diferente. Edomex, con 17 millones de habitantes, es la joya emblemática de la corona para el PRI y para la política nacional. Es el lugar de origen del “Grupo Atlacomulco”, con el que están vinculados Enrique Peña Nieto y su primo, el actual gobernador Alfredo del Mazo Maza. 

En Edomex, se pondrán a prueba todos los artilugios de las batallas electorales: capacidad de convocatoria, narrativa, organización, movilización, recursos económicos, todo enfocado para obtener las preferencias ciudadanas. Será el laboratorio político del 2024. Así las cosas, es sencillo leer los crípticos mensajes de la UIF y carpetas de investigación de la FGR sobre las transacciones financieras de Peña Nieto: son claras advertencias para que el gobernador del Mazo y el ex presidente Peña Nieto, no metan las manos y, de paso, advertirle al Grupo Atlacomulco que no abra la cartera para la campaña electoral.

El PAN empieza con pie izquierdo en la carrera por Edomex. Sucede que, al más puro estilo priista, que tanto criticaban las buenas conciencias en el PAN, Markito Cortés decidió por su dedazo al candidato a la gubernatura del Estado de México, el diputado Enrique Vargas. Estos modos falsifican la democracia interna del albiazul. Ahora, Reforma descubre lo que Markito debería de haber sabido: el diputado Vargas es un candidato impresentable. Este compró varias propiedades en extrañas circunstancias fraudulentas, entre ellas, mansiones amuralladas, ranchos, un departamento en Miami por 3.5 millones de dólares, entre otros. ¿El ciudadano de a pie le daría su voto? 

Hoy, hoy, hoy… la oposición tiene que arrancar y estructurar una narrativa creíble, que genere esperanza. Los partidos tienen que decidir si van en alianza o de modo independiente; pero, es urgente que placeen ya a sus candidatos, para valorar su aceptación y escuchar a la gente. Esto les servirá para reflexionar sobre lo que han hecho mal y descubrir porqué no están conectando con el pueblo.   

Hoy, hoy, hoy, es urgente que los partidos enfrenten la realidad monda y lironda y salgan ya de la etapa de negación en la que se encuentran y evolucionen a la etapa de aceptación. Deben de estar preocupados y ocupados de hacerse con un candidato de valía, porque Morena va solo. Necesitan ya el “hombre honesto y carismático, con buenas ideas y mejores propuestas”, que logre llegar al corazón y a la razón de los mexicanos.

 

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