Pedir prestado es una buena opción cuando no tenemos efectivo y tenemos un buen proyecto. Pero es pésimo endeudarse cuando no se utiliza el dinero para inversión.
De esa manera los emprendedores y los empresarios crean riqueza y los pueblos, prosperidad. Los gobiernos en el mundo, lo hacen; el Presidente AMLO ha incrementado considerablemente la deuda nacional con entidades como el Banco Mundial, como lo registra en su portal el Banco de México. El gobierno de Guanajuato también lo ha hecho y el municipal lo acaba de aprobar.
Muchos de nosotros pedimos prestado para comprar un coche o comprar una casa y es la única o menos mala manera de crecer. Lo importante es medir la capacidad de pago. Y para nuestro terruño, castigado por el gobierno federal desde hace cuatro años en que no recibimos de regreso los dineros que producimos vía el impuesto sobre la renta, hasta por 13,000 millones de pesos, no hay otra manera de crecer, que contrayendo deuda para generar más riqueza. La actual deuda pública que tenemos fue contraída por las administraciones municipales de Ricardo Sheffield y Bárbara Botello (aunque Héctor López Santillana no lo hizo) y se ha ido pagando.
Asistí este jueves al debate de la sesión de ayuntamiento donde se aprobó pedir al Congreso del estado, autorización para un préstamo por 712 millones para inversión social. Estas experiencias son enriquecedoras para el pueblo y sería didáctico asistir a ellas, aunque el espacio del Cabildo es muy reducido. Vi cómo se debaten ideas entre el partido en el poder y la oposición. El PAN, partido que gobierna la ciudad y por otro lado, Morena como minoría. La propuesta de la Presidenta Municipal fue debatida y al final, aprobada por mayoría.
Al igual que en el Consejo de INE, confirmé que los partidos políticos usan pocas veces argumentos objetivos y recurren siempre al guion del ataque político. El primer síndico presentó el análisis de la corrida financiera y cómo se paga la deuda y considerando el flujo de ingresos, el préstamo es menos del 2% de la capacidad de pago, y que el beneficio social esperado es enorme (perdonen, pero me considero un experto en estos modelos financieros y es claro que el esquema de pago del capital e intereses e viable; los leoneses tenemos capacidad de generar riqueza y pagar). Ante la pregunta de un regidor del PAN, sobre cuál de los 10 proyectos de infraestructura en los que se aplicará el préstamo, considera que no tiene impacto social, el regidor de Morena evadió responder. Irrumpieron en el Cabildo, algunos ciudadanos con pancartas protestando por la inminente aprobación de la solicitud de préstamo y comprobé -pues pude charlar con dos de ellos- que llegaron por consigna sin conocer los proyectos en los que se aplicará. Por cierto, me gustó el argumento de una regidora de Morena al cuestionar que el Consejo del Instituto de la Mujer no integre a activistas sociales “de a pie” y siempre se recurra a entidades que poco hacen en la actividad objeto de los Consejos (doy testimonio de vida de ello).
No me gustó que la oposición careciera no solo de argumentos técnicos, sino también políticos, para rechazar el proyecto ante el estrangulamiento que hace de León el gobierno federal al canalizar a otros fines, los impuestos que creamos los leoneses. El listado de las 10 obras de infraestructura muestra que son indispensables, tanto como las que se harán con los 3 mil 690 millones de pesos de recursos municipales y estatales para promoción turística, fortalecimiento económico, obras hidráulicas y obras de infraestructura que hace poco se anunciaron. Afortunadamente, León tiene finanzas sanas, por el manejo responsable que se ha hecho de los recursos públicos, como lo certifican las agencias S&P Global y Moody’s. Considero que el crédito es pertinente para la reactivación económica, pues es el mejor momento para invertir en obra, como medida contra-cíclica para salir de la crisis post COVID
Las obras que se harán con el préstamo, son inversión pública productiva, pues atienden las necesidades más apremiantes que requiere el pueblo: seguridad, espacios públicos y movilidad. La otra estrategia, como la que tiene el Presidente AMLO, sería entregar miles de apoyos personalizados, como lo hizo por décadas el PRI hacia las clases sociales más pobres, lo que provocaría bienestar temporal y votos electorales, pero no generaría capacidades sociales.
Crear parques, vialidades, rehabilitar centros de convivencia como el Parque Chapalita, se reflejará en reconstrucción del tejido social; habrá mayor movilidad peatonal, de ciclistas y de transporte público. Para quien tiene confianza en el futuro, pedir prestado para terminar la escuela, o para invertir en un negocio, debe ser una cultura básica para los mexicanos. Extender la mano para que el gobierno nos regale, crea dependencia e impide tener la confianza de que el mañana siempre será mejor.