Cada vez es más deprimente el nivel de argumentos que utilizan algunos ediles de la oposición en los debates que se llevan a cabo en el Ayuntamiento de nuestra ciudad, y para muestra tenemos los dos últimos casos que se presentaron en la sesión celebrada el pasado viernes 7 de octubre.

El primero de ellos fue al momento de estar discutiendo y analizando el informe que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Mario Bravo Arrona, estaba exponiendo ante todos los ediles, en donde más allá de hacer propuestas o análisis objetivos, los ediles de Morena, Antonio Cabrera y Gabriela Echeverría, se dedicaron a hacer críticas y ataques al Secretario, como si de lo que se tratara fuera de lograr una victoria política por encima de la seguridad de todos los leoneses.

En lo particular, me cansé de decirles que el tema de la seguridad debe de estar por encima de nuestra diferencias ideológicas o políticas, que nadie gana si en nuestra ciudad o en el País no logramos recuperar nuestra seguridad.

Para todos es ampliamente sabido que la solución a este problema involucra a los tres niveles de gobierno, y ninguno de ellos puede solo; todos se necesitan entre sí mediante una acertada coordinación. Si la oposición piensa que apostándole a que nuestra ciudad no logre superar esta problemática van a obtener un beneficio político, lo único que lograrán es una victoria pírrica, en donde el ganador pierde más que el vencido.

Habiendo tantos temas en los cuales podemos debatir ideas y conceptos, ¿qué no podemos dejar fuera nuestras diferencias en este tema y buscar las soluciones en forma conjunta?

Y por si fuera poco, el regidor Antonio Cabrera se puso a cuestionar al Secretario el por qué no había incluido el feminicidio en su informe de delitos, como si Mario Bravo tuviera la facultad de calificar los tipos de delitos, cuando cualquier persona medianamente informada sabe que eso solo corresponde a la Fiscalía General del Estado, y no a los directores o secretarios de seguridad.

Luego vino la discusión de otro tema: el del combate a la corrupción, que igualmente fue abordado por la regidora Gabriela Echeverría solo con críticas e insultos hacia la Contralora Municipal, a tal grado que fue necesaria la intervención de la propia alcaldesa Alejandra Gutiérrez para conminar al orden y respeto a la regidora, algo que no había sucedido antes. ¿Cómo puede pedir respeto si ella misma no sabe darlo? Y además, ¿con qué autoridad moral habla Morena del combate a la corrupción?

No entiendo qué es lo que no quieren ver los ediles de oposición, cuando tienen frente a ellos a una Contralora que se enfrentó al sistema, y se atrevió a investigar y sancionar a dos extitulares de primer nivel de dependencias municipales por presuntas conductas irregulares; pero ellos, por el contrario, la atacan y agreden reclamándole que las sanciones que les ha impuesto a estos exservidores públicos son muy bajas, como si la titular de la Contraloría  Municipal tuviera un menú de sanciones de las cuales ella pudiera elegir libremente, cuando ellos deben saber que las sanciones las determinan los reglamentos y leyes vigentes.

Si las sanciones les parecen bajas, lo que deben de hacer es presentar iniciativas de reformas a los reglamentos y, a través de sus diputados, a las leyes correspondientes, pero no exigirle a alguien que viole las disposiciones legales solo para darles gusto.

Lo que sí es un hecho es que Morena quiere en sus servidores públicos leoneses, solo 10 % de capacidad y 90 % de lealtad.

LALC

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