Acaba de ser aprobada por la mayoría de Morena, PT y PVEM, el paquete de “Ingresos” para el año 2023. Sin escuchar ningún tipo de razones, evidencias o argumentos, simplemente no le movieron ni “una coma” a lo enviado por el inquilino del palacio nacional, que tendrá consecuencias para los mexicanos. Expondré tan solo una de las cinco reservas que presenté que atentan de manera flagrante al derecho a la salud, en especial de los más desfavorecidos.

Propuse eliminar de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) el artículo décimo cuarto transitorio, que mandata al Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) que, durante el primer semestre de 2023, concentre en la Tesorería de la Federación (Tesofe) el “remanente” (sic) del patrimonio del Fondo Nacional de Salud para el Bienestar (Fonsabi), salvo que la SHyCP “autorice” que el remanente referido permanezca para el cumplimiento de los fines de dicho fondo. Y que los “aprovechamientos” -intereses- que se obtengan de dicho remanente se destinen prioritariamente para la adquisición de vacunas y los gastos de operación asociados; para los requerimientos derivados de la atención a la enfermedad generada por el virus SARS-CoV2, así como para el fortalecimiento de los programas y acciones en materia de salud.

Argumentamos que desde la creación del INSABI, que debería atender a enfermedades complejas de alto costo para la población sin seguridad social, como el cáncer en todos los niños y otros 65 padecimientos que causan dolor, muerte prematura y empobrecimiento familiar por enfrentar la falta de atención, suministros y medicamentos como ha sido demostrado en la ENIGH y la Ensanut 2021, a través del Fonsabi, este ha sido desfondado en los últimos tres años, pasando de 110 mil millones de pesos (mdp) que recibieron en 2018 a tan solo 37 mil millones en junio de este año.

Del Fonsabi se pagaron tan solo 6,021mdp en 2019 y 5,963 mdp en 2020, mucho de los cuáles eran adeudos de personas atendidas de años previos; y con total opacidad aún no ha reportado ni lo gastado ni las personas atendidas con dicho fondo en 2021. Lo que sí es una evidencia, es que el gasto ejercido es menor al ingreso adicional al Fonsabi que corresponden a más de 10 mil mdp anuales. 

Además de los pacientes no atendidos con enfermedades que provocan gastos catastróficos, también el gobierno de la cuarta trastornación (sic) ha dejado sin recursos el mecanismo destinado a promover inversión física en salud en municipios de alto grado de marginación y pobreza; el cual ascendía en promedio a 3 mil mdp anuales en el sexenio pasado; situación de llamar la atención cuando según el modelo propuesto de atención primaria a la salud, las zonas rurales y marginadas requerirían de mayor infraestructura ya móvil ya de salud digital.

Del Fonsabi en tanto fideicomiso para comprar medicamentos tampoco se tiene trasparente noticia. Por ello, es inaudito que se diga que hay “remanente”, cuando la realidad es nítida y ominosa para los enfermos: No hay atención, no hay tratamientos y no se está haciendo infraestructura. 

Por último, tampoco se ha incorporado ninguna enfermedad nueva de las decenas que estaban pendientes de ser cubiertas con el fondo, mintiendo de manera contundente a lo señalado en la tribuna de San Lázaro al desaparecer el Seguro Popular, que incorporarían muchos más padecimientos. Hay constancia de lo anterior tanto en las versiones estenográficas de los discursos del presidente López Obrador como en el Diario de los Debates en el Congreso de la Unión.

Expuse además las evidencias mostradas por la organización “México Evalúa”, que dice que la contabilidad actual, aunada a la falta de transparencia que caracteriza a los fideicomisos en México, ha permitido al gobierno de Morena un esquema fraudulento por medio del cual el Gobierno ‘pasa’ dinero al Fonsabi desde la Tesofe, que se contabiliza como gasto en salud, sin saberse a ciencia cierta en qué se gasta o si incluso se llega a gastar. Con el transitorio propuesto, el Fonsabi adicionalmente tiene la obligación de regresar recursos o remanentes a la Tesofe, que con la mano en la cintura y facultades metaconstitucionales, tiene la posibilidad de redirigir el gasto supuestamente destinado a la salud hacia otros fines.

Por lo anterior propuse se eliminara el transitorio y que el Fonsabi quedara con los recursos necesarios para atender al menos las casi 70 enfermedades catastróficas, y que se ingresen nuevos padecimientos como el trasplante renal en adultos. Morena no aceptó la reserva, miles de familias lo sufrirán y debemos recordarlo para las próximas decisiones electorales, creo yo.

 

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