Este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su iniciativa de reforma electoral y la obtendrá, pues tiene agarrado del cuello al PRI y votarán estos con Morena. Aquí el asunto es el contenido de la propuesta que seguramente será aprobada. He sido Consejero del IFE y del todavía existente INE y considero saber algo de elecciones. Paso a desglosar aspectos positivos y negativos de la propuesta. AMLO quiere que el Instituto Nacional Electoral desaparezca y se convierta en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC); el nombre es lo de menos, lo malo es que quiere que dependa de la Secretaría de Gobernación y regresar a lo que hizo Bartlett en 1988 cuando hizo “caer el sistema” electoral.
Busca disminuir de 11 a siete consejeros electorales, lo que considero es bueno, pues sus sueldos son muy altos y se puede tener allí ahorros. Incluye una vieja lucha de la izquierda: eliminar el financiamiento a partidos políticos para actividades ordinarias, lo que también era indispensable. Incluye algo que he exigido en este espacio por tres décadas: desaparecer a la creación mexicana, al monstruo llamado “legisladores plurinominales”.
En sus mañaneras, AMLO dice que busca abaratar “el costo de la democracia”. Con la inminente reforma, el INEC será el único órgano electoral encargado de organizar las elecciones en los estados y a nivel federal. Esto es algo indispensable, pues tenemos 33 entidades (32 estatales y una federal) y 32 tribunales electorales locales y ha sido absurdo que, en un estado, exista como Guanajuato, el INE federal y el IEEG estatal. Solo que planteado, así, perdería su independencia al depender directamente de AMLO y quien es hoy, un ser humano vil y golpeador: su Secretario de Gobernación.
Otro riesgo, es el mecanismo de elección de los Consejeros, pues los actuales federales y estatales, desapareceríamos. AMLO quiere que las Cámaras de Diputados y Senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el titular del Ejecutivo Federal, propongan una lista de perfiles de la que se elegirán a los Consejeros a través el voto popular y allí está otro truco oculto, pues será el mismo gobierno quien haga la elección. También quiere que este mismo procedimiento aplique para la integración de la Sala Superior del TEPJF. Con esto, el Presidente controlaría por completo la elección y sus resultados.
Hay un argumento irrefutable y que tiene enorme respaldo popular: año con año crece el dinero público que se destina a la operación del sistema electoral y político mexicano. En 1999 se asignó un presupuesto de 13,400 millones de pesos, mientras que para 2018 el presupuesto fue de 68,300 millones de pesos, es decir un crecimiento de 409% en menos de 20 años, dónde está el dinero para el instituto electoral y para los partidos políticos (aquí está otro elemento del discurso falso del Presidente).
Otro punto complicadísimo y donde Morena considera podrá controlar ahora más el Congreso la supuesta eliminación de plurinominales. Propone la eliminación de 200 diputados federales y 32 senadores que obtienen una curul por la vía de representación proporcional, los conocidos como plurinominales. Este reclamo popular, tendrá también un enorme respaldo popular, pero no sabrá el pueblo que aquí está un elemento controlador para Morena. La elección por listas obligaría a las personas candidatas a hacer campaña territorial, diferente a lo que ocurre con las actuales cinco listas de las circunscripciones plurinominales. De votarse en cada entidad, las listas estarían integradas por personas nacidas en la entidad federativa o por residentes.
Este cambio también modificaría la forma en que se eligen a los legisladores federales. Actualmente se elige una diputación por cada 252,000 habitantes, pero la propuesta es que se elija a un representante por cada 420,000 habitantes, mientras que en el caso de senadores se pasaría de elegir a un senador por cada 984,375 habitantes a cada millón 312,500 habitantes. Tendríamos otro elemento indispensable y positivo: el voto electrónico.
Además, se propone algo positivo: la reducción de integrantes de Congresos locales (no podrá exceder de 15 diputaciones en aquellas entidades federativas cuya población sea menor a 1 millón de personas y por cada 500,000 habitantes adicionales, podrá incrementarse en un diputado o diputada hasta un máximo de 45 diputadas y diputados. Por último, la reducción a financiamiento público a los partidos políticos será seguramente aceptada ampliamente pues indigna a los mexicanos. Se propone bajar el umbral para validar revocación de mandato, cambios en la propaganda gubernamental y tiempos en radio y televisión. Veremos qué pasa en los acuerdos del Congreso de la Unión para este tema tan importante para nuestra vida nacional.  
 

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