Si la intención de la 4T era piñar al mundo sobre las intenciones de recurrir a las energías limpias en la Cumbre Climática de Egipto, COP27, pues no lo lograron.
Por lo pronto, el periódico británico The Guardian, uno de los diarios más prestigiados del mundo, publicó hace días un artículo que dice: “México intentará engañar al mundo en la COP27, advierten expertos”.
Decir que este medio pone al Gobierno mexicano como lazo de cochino en relación a sus posturas “sucias” en materia energética resultaría un piropo.
Siempre se ha dicho que “nadie más osado que un ignorante”.
Y al parecer, por lo menos en esta específica instancia, se requiere mucha ignorancia para tener los cotiledones de intentar engañar, con el Zar norteamericano climático John Kerry de testigo, al mundo y a la posteridad afirmando que México reducirá sus emisiones y que incrementará el uso de energías limpias (eólicas y solares).
Ello cuando justo -en los hechos- acaba de realizar ¡lo contrario!
Mediante cambios en la reglamentación, la Comisión Reguladora de Energía se LANZA CONTRA los PANELES SOLARES en México, al mismo tiempo que le cancelan a la española Iberdrola una granja eólica enorme funcionando y suministrando energía.
En jugada de sacrificio, como con ganas de “retatemarlo”, el Presidente López mandó al Canciller Marcelo Ebrard a Sharm el-Sheik, Egipto, a representarlo en esa reunión de la COP27 y comprometer a México a una sustancial reducción de sus emisiones nocivas (somos el 13avo país más contaminante de la Tierra, según worldometer).
Sólo que esto no se puede lograr, ya que la contrarreforma energética que está implementando el Presidente mediante su “Zarina”, Rocío Nahle, Secretaria de Energía, resulta esencial y totalmente contraria a la postura pública del actual Gobierno mexicano.
Esto aconteció el sábado pasado, sólo que la marcha en defensa del INE y la “respuesta” deschavetada del Gobierno a la misma acapararon la atención de la opinión pública nacional (claro, exceptuando los medios cooptados y sometidos), y brindó la oportunidad para que esta MAROMA a nivel mundial que se echó la Cuarta Trastornación pasara casi INADVERTIDA.
Obviamente no para The Guardian ni tampoco para los expertos y menos para el encargado de los temas climáticos de Estados Unidos, John Kerry, a quien le han prometido mucho (cara a cara) y no le han cumplido nada.
Para variar se antoja que estos señores no están midiendo las consecuencias.
Intentar PIÑAR a los mexicanos es algo a lo que estamos acostumbrados y por lo mismo le creemos más los ciudadanos a un merolico de carpa que a un político mexicano.
Otra cosa muy diferente resulta, sin embargo, intentar piñar a los Gobiernos de las naciones más poderosas de la Tierra y a nuestros vecinos y SOCIOS COMERCIALES.
¿A poco creen López-Ebrard-Nahle que un señor tan paseado como lo es John Kerry no se va a enterar de que le contaron cuentos chinos en sus meras narices?
¿A poco piensan que lo dejará pasar?
¿Acaso contemplan que una maniobra tan burda y de tan poca clase no acarreará graves consecuencias?
Recordemos todos que México, en el Acuerdo de París hace SIETE AÑOS, se comprometió formalmente y con rúbrica de por medio a un ambicioso programa de cielos limpios, mismo que NO CUMPLIÓ.
Posteriormente, en esta Administración, le habían recitado cuentos chinos al mismo John Kerry y tampoco le han cumplido.
De manera que se encuentra el Gobierno mexicano de la 4T en la categoría de INCUMPLIDO REINCIDENTE.
Por lo mismo, nuestros vecinos seguramente nos aplicarán la regla de oro de Ronald Reagan: “Trust but verify” (confía, pero verifica).
De manera que no hay forma humana de que no se percate el mundo de que las promesas del actual Gobierno mexicano y tres nadas suman cinco nadas.
Quienes aquí vivimos sabemos que este Gobierno peleonero y divisivo está obsesionado únicamente con conservar y acrecentar el poder a como dé lugar.
PARA NADA está comprometido con las energías limpias y le importa un bledo el cambio climático, en el caso de la Cumbre de Sharm el-Sheik, mintieron prometiendo lo que no tienen la mínima intención de cumplir sólo para ganar tiempo y quitarse de encima, por unos días, quizás semanas, la presión de Estados Unidos para que cumplamos cabalmente con las políticas de “cielos limpios” que el señor López -y ahora Ebrard- han prometido repetidamente.
El rollo, la piña, el embuste, el engaño, la simulación sólo te lleva a una muy corta distancia: prometer no cuesta, el no cumplir es lo que los quebrará.

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