Las enfermedades crónicas imponen una carga clínica y económica que afecta a millones de pacientes, familias y comunidades todos los días en nuestro país.
Decía la doctora Elvia Rodríguez Villalobos con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Diabetes Mellitus DM), que la única persona que tiene que tomar decisiones las 24 horas del día es quien la padece, pues vive con la DM todos los días de su vida.
La DM y otras enfermedades crónicas requieren tratamiento prolongado y, en muchos casos, de por vida. Por tanto, son un factor importante del gasto de atención médica y pueden tener un impacto perjudicial en la calidad de vida del paciente.
Las enfermedades crónicas se definen ampliamente como condiciones que duran un año o más y requieren atención médica continua o limitan las actividades de la vida diaria o ambas, y son las causantes en México de siete de cada 10 muertes. En Estados Unidos ha reportado el Centro de Control de Enfermedades, que seis de cada 10 adultos tienen al menos una afección crónica y cuatro de cada 10 tienen dos o más enfermedades crónicas, calculando que se gastan en su atención médica el 90% del total de su presupuesto nacional, que asciende a 4.2 billones de dólares.
En México la carga global de la enfermedad por enfermedades crónicas en 2019 fue del 74% y se espera que para 2029 sea del 83%, gastando más en atención médica y perdiendo más por incapacidad laboral. Con una mejor prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas se podrían salvar miles de vidas y disminuir los costos. Por eso llama la atención, que en México para el 2023 se calcule recaudar por impuestos 22.3 mil millones de pesos (mmdp) de bebidas con contenido alcohólico y cervezas, 7.5 mmdp por tabacos labrados, 245 millones de pesos por bebidas energizantes, 6.6 mmdp por bebidas saborizadas, 10.4 mmdp por alimentos de alta densidad calórica, haciendo un total de 106.5 mil millones de pesos por “impuestos saludables”, y que en el Presupuesto de Egresos de la Federación apenas se dediquen 616 millones de pesos (0.5%) para el programa de prevención y control de sobrepeso, obesidad y diabetes.
Es buena noticia que, además de la educación en el autocuidado de las enfermedades crónicas, los investigadores biofarmacéuticos hayan realizado enormes esfuerzos durante los últimos 30 años para desarrollar tratamientos novedosos de las principales afecciones crónicas.
Ya sea que se dirijan a los mecanismos subyacentes de la enfermedad para prevenir o retrasar su progresión, o que proporcionen un nuevo enfoque para controlar y manejar mejor los síntomas de la enfermedad, los medicamentos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de las enfermedades crónicas, de aquí la importancia de que su abasto hasta la mano del paciente sea efectivo.
Recién se liberó un informe del desarrollo de medicamentos para enfermedades crónicas que causan las principales causas de muerte y discapacidad, incluidas diversas formas de cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedad de Alzheimer, DM tipos I y II, artritis, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades gastrointestinales, obesidad y enfermedad renal. Estas enfermedades representan una amplia gama de condiciones crónicas con diferentes orígenes y tratamientos.
En la FDA (Food and Drug Administration) se encuentran bajo revisión o realizándose ensayos clínicos 799 medicamentos, para abordar la necesidad de varios tratamientos nuevos para ayudar a controlar las enfermedades crónicas. Para formas crónicas de cánceres, incluidos el cáncer de mama, ovario, próstata, pediátrico y formas crónicas de leucemia y linfoma, hay 322 medicamentos en la tubería del desarrollo de medicamentos.
Para las enfermedades cardiovasculares, incluida la insuficiencia cardiaca congestiva, la enfermedad de las arterias coronarias, el colesterol alto, la hipertensión arterial y los accidentes vasculares cerebrales, hay 102 medicamentos en estudio.
Para la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, hay 83 medicamentos en desarrollo. Para la diabetes mellitus I y II que afecta a millones de personas diagnosticadas y a otro tanto que la padecen pero que no han sido diagnosticadas, hay 71 medicamentos en desarrollo.
Para la artritis, incluida la osteoartritis, la artritis psoriásica, la artritis reumatoide y la gota hay 70 medicamentos en desarrollo. Para enfermedades respiratorias crónicas hay 67 medicamentos, incluyendo la atención del asma, la enfermedad obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis pulmonar. Hay 65 medicamentos en desarrollo para las enfermedades gastrointestinales; 32 para el tratamiento de la obesidad y 26 para la enfermedad renal crónica.
Con un mayor conocimiento científico, nuevas tecnologías y el compromiso de las empresas de investigación biofarmacéutica, al menos en Estados Unidos se puede trabajar para resolver nuevos objetivos para la detección oportuna y el tratamiento temprano, y quizá una cura en el futuro para alguna enfermedad crónica. Impulsaré una iniciativa para saber lo que se está haciendo en nuestro país.
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