La querida ciudad cajetera vive una situación de enfrentamientos con grupos criminales en la que los otros órdenes de gobierno no la deben dejar sola. Es más, se debe tener ya una estrategia de seguridad y defensa de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y del propio Alcalde.

Sociedad y Gobierno tienen que estar unidos más que nunca para salir adelante y que no ocurra lo que en otros lados del país, en donde incluso se ha tenido que considerar la desaparición de poderes, como sucede con el Ayuntamiento de Penjamillo, Michoacán.

En acontecimientos recientes, un grupo armado atacó la comandancia de la comunidad de San Juan de la Vega y a los elementos que se encontraban ahí, mismos que repelieron la agresión y pudieron abatir a cuatro delincuentes.

Momentos después, pero ya con apoyo de efectivos federales y estatales, fueron en persecución de los pistoleros y en una comunidad aledaña se dio otro enfrentamiento, donde se logró abatir a cuatro agresores más.

La noticia se conoció en todo el país, al igual que las imágenes de un video donde supuestos miembros del grupo delictivo dispararon armas largas al aire, como un homenaje a uno de los abatidos que era jefe de plaza o integrante del autodenominado grupo de élite.

Antes de esto, en septiembre pasado, dos tripulantes de una moto, a quienes se les hizo el alto en un filtro, en lugar de parar dispararon en contra de los elementos, por lo que los dos fulanos resultaron muertos en la respuesta de la autoridad.

Era noviembre de 2021 cuando se abatió a otros tres presuntos sicarios en una persecución, luego de que estos habían ejecutado a una persona en la colonia Emiliano Zapata.

Antes, en enero de 2021, otros cuatro criminales fueron “neutralizados”, como dice la autoridad, en plena zona urbana, al confrontar a los policías que los seguían luego de un ataque en la colonia Arboledas de San Rafael, donde mataron a dos jóvenes.

Todo esto no ha sido fácil porque el crimen ha tenido como respuesta sus ataques en contra tanto de policías como de agentes de tránsito, no sin dejar de referir la agresión y muerte de Javier, el hijo del presidente, Javier Mendoza Márquez, quien ha tenido que reponerse a ese suceso trágico y doloroso, para seguir en su cargo.

Sin que se les tenga que sugerir en este escrito, todos los órdenes de gobierno y todos los sectores sociales deben contar con una estrategia de defensa de la autoridad, que a la vez es la defensa de la Ciudad y de la sociedad civil, para que no ocurran víctimas de ningún tipo.

La Federación debe actuar porque constitucionalmente es su responsabilidad e incluso de manera muy precisa en la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada; el estado, porque debe prevenir y perseguir la delincuencia común y las Policías Municipales en su papel principal de la prevención de faltas y delitos.

No se trata solo de que lleguen y lleguen más soldados y guardias nacionales y se vayan sin avisar, como estrategia de imagen y supuesta presencia, porque eso ha servido de poco y el crimen no para.

El actual Secretario de Seguridad Pública de Celaya, Jesús Rivera Peralta, en este instante no solo debe contar con sus escoltas personales sino de la protección por parte de los otros niveles de gobierno.

La labor y coordinación de las unidades de inteligencia de las corporaciones, en esta lucha, es indispensable. No pueden ser reactivas sino proactivas, no les debe de preocupar sino ocupar en ir más adelante que la delincuencia, porque lo que está en juego es el Estado de derecho y la seguridad estatal y nacional.

El trabajo proactivo no deberá ser únicamente en este municipio, sino en todos los otros que han sido golpeados por la criminalidad, como los del Corredor Industrial (incluyendo León) y como la Zona Laja-Bajío, donde continúa la guerra del cártel que supuestamente estaba extinto y del que ahora se ha posicionado con más violencia.

 

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