No es muy frecuente encontrar casos de homónimos con delincuentes, con tal grado de confusión que se haya llegado hasta su procesamiento, condena y compurgación de pena por un error jurídico de esa magnitud. 
En nuestro despacho jurídico, a lo largo de casi 32 años hemos atendido solo dos casos, uno cuyo origen se dio en Toluca, Estado de México, en relación con un leonés que fue aprehendido en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez en la Ciudad de México, y aunque fue relativamente sencillo acreditar tal error, por las notorias diferencias en los antecedentes de ambos personajes, esto es tanto el presunto responsable como el inocente confundido con el mismo nombre de aquel, fue necesario el transcurso de 22 días para acreditar dicha confusión de identidad.
El otro caso resultó un poco más complicado, debido a la suspicacia y falta de eficiencia de autoridades judiciales del Estado de Nayarit (sobre todo en el periodo del Fiscal Edgar Veytia, actualmente condenado a 20 años de prisión por un tribunal en Nueva York, USA, por lavado de dinero acumulando una riqueza de más de 500 millones de dólares en aquel país) puesto que no obstante las pruebas aportadas sobre la confusión de identidades, fue necesario acudir al juicio de amparo para obtener resolución favorable después de casi tres meses.
El tema viene a colación por la petición y propuesta que hicieron los diputados Gerardo Fernández González, David Martínez y Alejandro Arias, del Congreso Local, en el sentido de enviar un exhorto a la Fiscalía de Guanajuato para que explique porqué detuvieron a Pedro Francisco Rodríguez Vázquez, originario de San Felipe, Guanajuato, desde el 5 de septiembre, acusado del delito de homicidio ocurrido en Huamantla, Tlaxcala, el 8 de noviembre de 2021, quien se encuentra procesado en el penal de Apizaco, alegando que se aclare la homonimia en ese asunto, porque supuestamente se trata de dos personas diferentes.
Al respecto, nos parece que de acuerdo con la nota periodística (periódico A.M. 25/nov/22. Pág. A.3) los señores diputados se equivocaron en el exhorto, pues aunque fue aprobado por unanimidad de 33 votos, la Fiscalía no tiene nada que ver con el proceso de donde emanó la orden de aprehensión que se cumplimentó aquí en el Estado, pues como autoridad solamente auxiliaron a los elementos de la Fiscalía de Tlaxcala que realizaron la detención y trasladaron al reo a su proceso en aquel estado; en síntesis, como dijéramos coloquialmente, la Fiscalía de Guanajuato “no tiene vela en el entierro”.
Pero por otra parte, resulta también muy extraño el que informe el diputado David Martínez Mendizábal, de Morena, que leyó un mensaje de un familiar de Pedro Rodríguez comentándole que hubo una audiencia de nulidad ante el Juzgado de Oralidad Penal en Apizaco y que la juez la desechó; si verdaderamente existió una homonimia en este asunto no tendría porqué alegarse que el detenido el día en que ocurrieron los hechos del delito de homicidio, se encontraba trabajando en San Felipe, Guanajuato, y no se ubicaba en Huamantla, Tlaxcala, porque eso no tiene nada que ver con la homonimia, sino con su ubicación en el lugar de los hechos; son dos situaciones diferentes. Lo que nos hace deducir que hay otros datos y más mar de fondo en el asunto y que quizá no se trate de un simple problema de ser homónimo del autor del crimen investigado.
Todos podemos estar expuestos a un caso de homonimia, más cuando los nombres son tan comunes en nuestra sociedad, como ejemplos los de Juan, José, Jesús, Pedro, Pablo, Francisco, Luis, Javier, Carlos, etcétera, y los apellidos Hernández, Pérez, López, González, Padilla, Muñoz, Sánchez, lo cual resulta más lógico, pero una persona de nombre combinado es más difícil que pueda darse la confusión con otro de nombre similar. Además en los casos de homonimia los abogados defensores tienen la oportunidad de aportar muchos datos de prueba en relación con la identidad de su defendido a diferencia del verdadero criminal, como en su oriundez, residencia, edad, antecedentes familiares (nombres de padres y abuelos), trabajo, estudios, edad, y sobre todo, datos biométricos. No podemos evitar nuestra impresión de que en este asunto de Pedro Francisco Rodríguez, alguien no está haciendo bien su trabajo.

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