Ha quedado clarísimo que existe un abismo conceptual entre el Gobierno mexicano y los de Estados Unidos y Canadá respecto a las políticas energéticas. México -o más bien, su Gobierno actual- no cree en las energías limpias y menos aun que las produzca el sector privado.

Más claro no lo pudo haber expresado el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien explicó ayer que Gobierno y mexicanos deben entender la realidad sobre el cambio climático y “dejar atrás las energías del pasado y abrazar las energías del futuro”.

Poco o nada ayudan las extensas y aburridas peroratas del señor López: la realidad es que hay UNA persona en su Gabinete responsable de impulsar en la 4T la ideología retrógrada, y en consecuencia es la causante de los diferendos tan severos entre el Gobierno del señor López y del canadiense y americano.

Esta persona es “LA VILLANA”: Norma Rocío Nahle García, de 58 años, y egresada de la Universidad de Zacatecas como ingeniera química, desempeñándose ahora como Secretaria de Energía, siendo la que le calienta la oreja al Presidente.

La relación de Nahle con López data de los años 80, cuando ella trabajaba en el complejo Conjunto Pajaritos de PEMEX y le pasaba información a su ahora jefe, quien luego en los 90 andaba de agitador y le daba por tomar pozos petroleros.

Da cuenta del pésimo trabajo que realiza Nahle y de lo dañino de sus políticas energéticas el hecho de que la Suprema Corte acaba de confirmar la improcedencia de sus directrices en materia de compra de gas natural en EXCLUSIVIDAD a PEMEX y CFE, lo cual ella pretendía tornar obligatorio a las empresas privadas, quienes contaban hasta el 13 de agosto pasado para mostrar sus contratos con los monopolios paraestatales, o quedarse sin gas natural.

Así, la SCJN la dejó en ridículo al mostrarla como arbitraria, desconocedora de las reglas de competencia y de proceder inconstitucional. Ella ha sido la que empuja con López la cancelación de los parques eólicos y de contratos de suministro de energía eléctrica, la expropiación de gasoductos privados (amenazando no indemnizar) y una cantidad bárbara de tropelías, que dicho sea de paso, forman hoy los reclamos de Estados Unidos y Canadá.

Como en este país ya nos acostumbramos a que sólo UNA PERSONA hable… y hable y hable (a grado tal que el sitio Bloomberg llevaba una nota en portada señalando lo ridículo y absurdo -por largo y fuera de lugar- del sermón interminable que frente a Biden y Trudeau se aventó al cierre de la Cumbre el jefazo de Nahle), todo mundo pensamos que la culpa de la suma de los absurdos es de López, cuando en realidad se origina en Nahle.

A lo que vamos, pues, es que mientras Nahle siga en funciones como Secretaria de Energía, gritoneándole al agrónomo director de Pemex (y en ocasiones al Secretario de Hacienda), y controlando el Cenagas, México no podrá -como sugiere el Embajador Salazar- “modernizar” su acometida al tema energético.

Nahle es -y siempre será mientras esté ahí- una gran piedra al cuello que tendrá que arrastrar la Cuarta Tatemización y que impedirá arreglar los diferendos con nuestros socios del T-MEC.

Resulta absurdo -rayando en lo demencial- pensar que quemando CARBÓN y COMBUSTÓLEO México va a fortalecer su sector energético. Pero lo peor es que en el proceso ENVENENARÁN con una infinidad de enfermedades respiratorias a nuestra niñez.

Sabemos lo terco que es el señor López, con sus actitudes da cuenta de que se cree un nuevo Simón Bolívar, que él habla por todos los pueblos y que como el mesías busca salvarlos de la “opresión yanqui”. O sea, se ve a sí mismo como el origen del caudal de ideas “transformadoras” que harán de México un faro que guía al continente por el sendero de un “socialismo humanista” a la mexicana.

Es decir, seguirá respaldando a la Nahle y sus fallidas políticas energéticas, por lo que terminaremos el sexenio mucho peor que como lo iniciamos en materia energética.

NOTA FINAL: así como condenamos en nuestros gobernantes las malas actuaciones, debemos reconocer las buenas: desde aquí va un reconocimiento a la eficiencia del Secretario de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, por haber identificado y detenido a ONCE presuntos responsables del atentado contra el colega periodista Ciro Gómez Leyva.

 

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