León, Guanajuato.- Ya sea por su chimichurri, bolillito crujiente, además del desafío que representa elegir qué carnita comer, los leoneses amamos las tortas de la feria.
En cada visita ferial que hacíamos mi familia y yo era obligatorio que mi papá comprara su torta alemana o se metiera en un conflicto para definir si quería la argentina.
Mucho tiempo reflexionando el por qué religiosamente teníamos que hacer la fila para comprarla y ahora, creo que tengo mi propia respuesta.
Aunque en León tenemos sucursales de la tienda ‘La Alemana’ por casi toda la ciudad, nada como ir a la feria, no sé, como que las tortas saben diferentes, ya sea porque mezclamos nuestros recuerdos con los sabores que entran en contacto con nuestra saliva en las primeras mordidas.
Tienen diferentes embutidos, sin olvidar la papita al vapor con su aderezo que te regalan con cada ejemplar. Los precios son entre los 70 pesos hasta los 120 pesos, sea cual escojas, no te vas a arrepentir.
Lo mismo ocurre con las tortas argentinas, aunque hay muchos argentinos viviendo en León que venden sus empanadas, preferimos vivir la experiencia ferial: hay de chistorra, pollito, champiñones, con chimichurri argentino -a base de aceite de oliva- además de jitomatito, repollo, chilitos toreados.
Las tortas alemanas y argentinas tienen mucho tiempo instalándose en la feria, poco a poco han crecido y son de los infaltables dentro del ofertón de comida de feria.
Yo temía si debía comprarla, pues el chorizo me da agruras… pensé a mis adentros: ¡Me van a dar unas súper agruras! Pero ¿qué creen? nada de nada, fui muy feliz.
En cuanto a las tortas argentinas les recomiendo que si no les gustan mucho los chiles, no vayan a comer los chiles toreados, sí están bien bravillos.
Luego en la fila había personas que contaron su primera anécdota con estas tortas: ‘Mi abuelita me las compraba’, ‘Mi papá me llevó unas’ o simplemente por recomendación de amigos.
Yo en lo personal, es un pequeño homenaje a mi papá, cada que voy a la feria intento comer lo que a él tanto le gustaba -se me salió una lagrimita-.
Cada quien tendrá su teoría del por qué son tan famosas y las amamos por siempre, lo que sí, es que a los leoneses se nos conquista por el estómago y las tortas alemanas y argentinas nos han conquistado por mucho.
Después les contaré mi experiencia con el pan de soya y la panadería San Sebastián y el por qué sus hornos trabajan casi día y noche. Nos vemos hasta el 7 de febrero en la feria. ¡Adiosito!