León, Guanajuato.- En todo el tiempo que he recorrido la Feria de León 2023 jamás he visto vacío el puesto del Pan de Soya “Lulú”, así que decidí comprobar por mi cuenta por qué se mantiene en el lugar estrella de toda la feria.
Ubicado peligrosamente en una de las entradas principales -digo peligrosamente porque no puedes resistir la tentación de formarte y comprobar a ver si es cierto que están buenos- desde hace más de 40 años, los creadores de esta receta presumen su originalidad: pan sin gluten, harina de soya, amaranto, salvado, como base la nuez, frutas como manzana, membrillo, además de otros frutos secos.
Es por eso que familias enteras llegan estrictamente por este ejemplar que está más barato que las panaderías de caché que encontramos en la ciudad. Su costo es de 120 pesos y 210 pesos las dos hogazas, -no que en otros lados hasta en 300 pesos te las cobran-.
Por ahí escuché que una señora venía desde Estados Unidos porque ese pan le recuerda su infancia; antes de irse de México, envuelve las hogazas y las esconde entre maletas para compartirlas con sus vecinos gringos.
Con las largas filas, las señoras trabajan bajo presión, pero aún así se toman el tiempo para envolver con mucho cariño la hogaza en un papel blanco y se entrega al cliente de forma impecable en su bolsita.
Cuando era adolescente mis tías caían mal porque apenas llegábamos a la feria, se formaban para comprarlo, recuerdo que en una ocasión nos perdimos a los payasos por esperarlas; ese pan era oro para ellas y después de tiempo, pude comprobar el por qué -ya saben, me convertí en lo que juré destruir jaja-.
Pues bueno, antes de irme a trabajar y buscar a los Voladores de Papantla, pagué, me formé y estaba lista para disfrutar de esa experiencia, que según escuché en la fila es una empresa itinerante que viaja a las ferias más importantes de México.
El Pan de Soya ¡enamora!
Entre las anécdotas que cuentan los trabajadores es que en esas filas varias parejas se han flechado, otros peleoneros que se meten a las filas se convierten en grandes amigos y que el pan sirvió para contentar a un novio celoso.
Además la clásica historia de la mamá que se fue a la feria en los últimos días de embarazo y que comenzaron las contracciones en plena fila, a ese niño lo bautizaron como ‘El niño del pan’.
Hay un lema que tienen muy claro, que ese pan está bendecido por Dios, pues se hace con amor y mucho esmero.
Si no has vivido la experiencia del Pan de Soya “Lulú” es momento de comprobar por ti mismo por qué es tan famoso.
Nos vemos hasta el 7 de febrero, y corriendo, porque iré a ver a los Voladores de Papantla. ¡Adiós!