El acuerdo tarifario que acaba de aprobarse es la representación de los esfuerzos de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez por proteger la economía de las familias leonesas, en especial de las más desfavorecidas; y, por otro lado, también refrenda la obligación legal que tiene el Ayuntamiento de la ciudad de asegurar un sistema de transporte público viable, moderno y seguro, y de seguir exigiendo mejores resultados en cuanto a su eficiencia.
La postura inicial no negociable de mantener sin cambios las tarifas preferenciales para jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad, representa un reconocimiento a la obligación que tiene toda autoridad para ver por los más vulnerables.
El ajuste de un peso que se aplicará a la tarifa general de efectivo y con tarjeta Pagobús se logró en condiciones complicadas, pues todos los indicadores financieros oficiales, como el índice Nacional de Precios al Consumidor (inflación), costo de los combustibles (diésel), tasas de interés y aumento al salario mínimo, han padecido aumentos importantes en los últimos tres años, que van desde el 10.69% hasta un 65 %, y sin embargo, los ajustes negociados solo representan el 8.33% y 9.09% respectivamente, ambos por debajo de los incrementos sufridos por los indicadores señalados.
Es claro que la sociedad en general siempre preferirá que no haya ajustes a las tarifas de ningún servicio público, pero también sabemos que la ciudadanía sabe y entiende que en más de tres años todo ha incrementado su valor, por ello lo que esperaban de nosotros no era que congeláramos los precios, porque la historia de este País nos ha enseñado que eso lejos de ser una solución,
solo prolonga la explosión de un problema; sino que confiaban en que sus representantes propusiéramos un acuerdo que buscara la máxima protección a su economía, sin poner en vilo la calidad y seguridad del sistema.
En general los subsidios, por lo menos en México, cuando son aplicados distorsionan la realidad económica de las actividades subsidiadas y provocan deficiencias e ineficiencias en la operación, pues el punto de equilibrio que debe de existir en toda ecuación económica viable se desvanece hasta romperse.
Por ello, cuando se toma la decisión de inyectar recursos para fortalecer un servicio público, esto debe hacerse de manera responsable y estratégica, y nunca a fondo perdido ni para financiar la operación. En ese sentido, la aportación de 95 millones de pesos que destinará el Municipio para la modernización del transporte, logrará contener el aumento en las tarifas a través de garantizar inversiones que corresponderían a los concesionarios, evitando con esto el ejercicio discrecional e insuficiente por parte de las compañías transportistas en la renovación de sus autobuses.
Entendemos muy bien la molestia que deben tener los empresarios concesionarios del transporte público de nuestra ciudad, pues lo aprobado dista mucho de su propuesta original, pero es aquí donde debe salir a flote su espíritu empresarial, ese que hace que los empresarios busquen alternativas para seguir haciendo sus empresas rentables sin descuidar la calidad y seguridad en el servicio. El reto para ellos es grande, pero más grande debe ser su visión.
Por supuesto que el sistema de transporte de León tiene muchas áreas de oportunidad, sobre todo en lo que respecta a rutas, tiempos de traslado, las frecuencias de corridas y la calidad de los servicios (internet, comodidad, etc.), y eso debe de evaluarse con bases recurrentes y ya no cada que hay análisis tarifarios.
Alejandra Gutiérrez es una mujer muy sensible, no solo le preocupan las necesidades y la pobreza ajena, sino que le duelen, y en esta negociación su visión siempre estuvo presente.
DSS