Concebido y gestionado ante las autoridades educativas en el 2003, se hizo realidad el Tecnológico Don Bosco, proyecto educativo que da hoy continuidad a los estudios de secundaria que ofrecen los padres salesianos en la Ciudad del Niño Don Bosco. Platicaré la historia. 
El padre Antonio Martínez, director de la Obra, me invitó en el 2002 a animar a un grupo de promotores que haríamos los estudios de factibilidad, constituir un Patronato y darle así forma a una idea que él traía de años atrás. Aunque estaba próximo el fin de su periodo al frente de esta obra educativa, empujó el proyecto. A Toño lo conocía de 15 años atrás cuando como encargado de la Preparatoria Don Bosco en la Ciudad de México, llevaba a mis alumnos a la provincia, a conocer proyectos educativos, acercándose a la realidad social de nuestro País. La experiencia de contacto con niños y jóvenes desprotegidos, era para muchos, inolvidable, era una invitación a dar la vida por los demás. Es uno de los regalos que dan las puertas abiertas de la casa salesiana.
Comenzamos por hacer estudios de mercado, analizando las preferencias de los egresados de secundaria de la zona sur de la ciudad, así como la oferta de bachilleratos y sus especialidades. Constituimos un equipo de trabajo invitando a la Presidencia Municipal, a la Secretaría de Educación de Guanajuato y también a empresarios que con su opinión (¡y en ocasiones con sus donativos!) pudieran ayudar a darle forma al proyecto educativo. Se hicieron reuniones, estudios, análisis y visitas a sistemas educativos como los video bachilleratos, Conalep, DGETI entre otros, para conocer el Modelo Educativo que requeríamos. 
Las escuelas salesianas en el mundo se caracterizan por dar una formación técnica-práctica con un eje central de formación humana con valores para formar, como decía Don Bosco, “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Tuvimos reuniones con el padre italiano José Peró, quien estaba encargado de echar a andar precisamente proyectos educativos en Latinoamérica. Él se acercó también a Jaime Guevara, Rector de la Universidad Tecnológica de Coahuila, quien como exsalesiano y primo hermano del Rector Mayor de los salesianos en el mundo, estaba también apoyando la apertura de un proyecto similar en Ramos Arizpe. Así, en Coahuila y Guanajuato serían las primeras experiencias. Soñábamos como en otros países -tuve la oportunidad de conocer una de ellas en Caracas- un Tecnológico a nivel de bachillerato y de universidad, y ¡que permitiera atender a más jóvenes!
Llegaron de Italia donativos y se iniciaron algunos salones y al entusiasmo del nuevo director de la Ciudad del Niño Don Bosco en el 2004, Hugo, el padre “Pollo”, inyectaron vida al proyecto. Formación integral, atención a quienes menos tienen y habilidades técnicas serán las características de este proyecto educativo que requiere apoyo de la ciudadanía. Las simpatías hechas opiniones, los apoyos enviados en donativos, y las ideas enfocadas a transmitir esta buena noticia; con todo ello, el Tecnológico Don Bosco será una oportunidad educativa para muchos… En el 2004 iniciaron las clases en este proyecto que atiende ahora a jóvenes de escasos recursos que necesitan educación y que viven en el sur de la ciudad.
El Sistema Preventivo de San Juan Bosco ha mostrado sus bondades en el rescate de niños de la calle y de “niños problema”. Don Bosco, el amigo de los jóvenes olvidados, fue un sacerdote italiano que se ganó a la juventud pobre, siendo uno de ellos. El Patio, en la terminología salesiana, es un espacio de encuentro y de formación, no un lugar físico. Práctica, directa, bien fundamentada, centrada en el joven, su pedagogía es preventiva y parte del supuesto de que el ambiente y el ejemplo educan. Este proyecto es distinto; es una obra no lucrativa. Aquí no hay rentabilidad financiera. Aquí se invierte el corazón y se devuelve multiplicado como amor. Queremos ampliar el equipo de trabajo formado ahora por los salesianos y algunos cooperadores. Necesitamos a empresarios y educadores que con su opinión puedan ayudar a darle mayor solidez al proyecto educativo. Hoy, 20 años después del inicio de esta historia, confirmo que los sueños se hacen realidad.

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