Una democracia es un sistema de organización de la sociedad que no está especialmente interesado en que resplandezca la verdad, sino en beneficiarse de la libertad de opinar. La democracia es un conflicto de interpretaciones y no una lucha para que se imponga una “descripción correcta” de la realidad. 
En este marco de libertad de expresión, hay desde opiniones inocentes hasta mentiras que matan, y no debemos permitir cualquier limitación de expresión o especialmente aquellas que desde la mañanera del inquilino del palacio que tratan de justificarse apelando a la verdad o la falsedad.
No vivimos en un mundo de evidencias, sino en medio del desconocimiento, del saber provisional, de hecho, en función de todo lo que hoy se sabe y la velocidad en que se desmiente lo sabido y se incorporan nuevos saberes, sabemos mucho menos que nuestros antepasados. 
La verdad, dice Innerarity, no es lo mismo que la objetividad y la exactitud. Nosotros creamos una realidad con base a un conjunto de opiniones generalmente con poco fundamento, donde discurren con libertad muchas extravagancias, se aventuran hipótesis con ligereza, se simula y se aparenta.
El problema no sería la propagación de algo falso, lo que hacemos todos muchas veces cuando expresamos una opinión equivocada o damos como noticia lo que luego se prueba como algo inexacto o erróneo -noticias falsas-, sino de algo deliberadamente falsificado -falsas noticias-. 
Propiamente hablando, las “fake news” no son noticias falsas sino falsas noticias, quien las propaga es consciente de su falsedad o, dicho de otra manera, las comunica desde una indiferencia hacia la verdad.
Por supuesto que hay mentiras flagrantes y mentirosos compulsivos, que merecen ser combatidos con todos los instrumentos periodísticos y jurídicos a nuestro alcance. 
El presidente López Obrador, el partido Morena y sus aliados son mentirosos compulsivos.
Les muestro una que salta a vista con la verdad emanada de los datos duros -evidencia- de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público enviada al Congreso de la Unión como informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al cierre del 2022.
A principios de diciembre de 2020 el presidente, acompañado de Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell presentó el plan de vacunación señalando que el personal de salud y adultos mayores serían los primeros, después el resto de la población. Luego que México era el primer País en aplicar la vacuna versus COVID. Los resultados han sido catastróficos: la mayor mortalidad por la pandemia por cada 100,000 habitantes en el planeta.
No faltarán medicamentos ni vacunas en el País lo han dicho también innumerables ocasiones. Mintieron también. 
La falta de vacunas, el retraso en su distribución y aplicación son notables también. Organismos internacionales como la OMS y UNICEF muestran su preocupación por la peor caída en cobertura vacunal del País en los últimos 30 años, poniendo en riesgo a toda la población con enfermedades prevenibles como el sarampión, poliomielitis, difteria, tosferina, tétanos, hepatitis entre muchas otras. 
El Coneval en su documento de trabajo del programa de vacunación E036 (instrumento programático presupuestal), le señaló al ejecutivo federal “aspectos susceptibles de mejora” para realizarse en 2022. 
Entre ellos, el diseño de una estrategia eficaz para la adquisición de biológicos en caso de escasez; generar un instrumento para garantizar que la información, fichas técnicas y medios de verificación de los indicadores fuera validada y actualizada; homologar el concepto de poblaciones todos los documentos del programa, estableciendo las mismas definiciones en todos los casos; por último; la realización de un plan de trabajo que detallara las acciones y los tiempos estimados para el cumplimiento de cada aspecto susceptible de mejora. 
Ahora veamos estimados lectores cómo lo hicieron.
El Ejecutivo Federal presentó en la Matriz de Indicadores de Resultados que nuestro País, para solventar las fallas en el programa de vacunación E-036, requería en el PEF 2022 de 30 mil 314.3 millones de pesos -equipo, personal, biológicos y otros insumos-. 
Le fue aprobado, pero en todo el año solo ejercieron 7 mil 581.6 millones de pesos; dejando de contratar personal, equipo para la red de frío tan necesaria en todo el país, biológicos o vacunas eficaces y seguras -no la Abdala y demás vacunas cubanas- por la cantidad de ¡23 mil 732.7 millones de pesos¡. 
Es decir, NO utilizaron el 78.3 % de lo que habían dicho se necesitaba. ¿Cómo ven a estos mentirosos compulsivos que dañan la salud y la vida de los mexicanos? ¿Qué dirá el Coneval? ¿La Auditoría Superior de la Federación verificará si hubo un cambio en la Matriz de resultados? Esto muestra en flagrancia una Falsa Noticia más que afectará tarde que temprano a las y los mexicanos. Denunciaremos el hecho. 

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