Bien sabemos que todo lo que tiene vida algún día morirá. Lo que permanecerá será la historia, los hechos de cada quien. El legado…la herencia.

Qué mejor herencia a los hijos y a los nietos que un ejemplo de superación, de lucha por un ideal, de trabajo honesto, de congruencia, de compromiso con el prójimo y con la tierra en la que se nace… de formación de una familia con valores y fe en la vida eterna al lado del Creador.

En la iglesia de San Francisco del Coecillo ví a una esposa, sus hijos y nietos entregando y agradeciendo a Dios la fructífera vida de Don Juan Aguilera Azpeitia (1938-2023).

Un coro con cánticos “angelicales” en la misa oficiada por tres sacerdotes, seguramente amigos de Don Juan. Al final, su hijo mayor Juan Aguilera Cid diciendo: somos una familia de fe y le damos gracias a Dios… nuestro padre ya está con Él.

Todos en esta vida tenemos una historia:

Juan Aguilera Azpeitia era un chiquillo de barrio, como muchos de nosotros nacidos en los 40 y 50, de origen humilde, y que trabajó de “zorrita” en algún taller de calzado para ayudar en los gastos en casa, además de cursar estudios en “la primaria del gobierno” y asistir a la iglesia a “la doctrina”. Y los domingos ir a misa acompañado de sus padres y hermanos.

Juanito nació en el Barrio del Coecillo, un año después de la fundación en León (1937) de la Unión Nacional Sinarquista. Era un niño con apenas 8 años de edad  cuando le tocó vivir el 2 de enero de 1946 la matanza, por las fuerzas federales, de leoneses que tuvieron la osadía de rebelarse ante otro fraude electoral del PRM (Partido de la Revolución Mexicana, el actual PRI) y de indignarse ante la imposición que el gobernador había hecho de un presidente municipal que los ciudadanos no habían elegido.

Muy temprano participó en las juventudes sinarquistas (la UNS se enfocó en construir uniones de colonos, agrupaciones sindicales, organizaciones campesinas, indígenas y juveniles, donde se nutría de militantes) convencido del ideal de luchar contra las políticas anticlericales y socialistoides del gobierno de Lázaro Cárdenas y sus predecesores. 

El joven Juan Aguilera Azpeitia se dedicó a formar y capacitar líderes para la UNS al tiempo que estudiaba periodismo en la escuela Carlos Septién García, única en el país, y de la cual fue uno de los primeros egresados. Hasta antes de 1950 los periodistas “se hacían” en las redacciones de los periódicos.

Juan Aguilera ejerció como periodista en México. Fue director del diario sinarquista ORDEN y del semanario LA VERDAD.

Con 32 años de edad, el chamaco del barrio del Coecillo ya era Don Juan Aguilera Azpeitia, al ser nombrado jefe nacional de la UNS (1970-1979… Luis Echeverría Álvarez era el presidente de México). Durante su liderazgo, en 1975 se funda el Partido Demócrata Mexicano (PDM), el brazo electoral de la UNS.

Trascendente fue su liderazgo al frente de la UNS. Así escribió Alfonso Guillén Vicente, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur:

“… A mi juicio, no se ha valorado lo suficiente la reforma política de 1977, cristalizada en los comicios federales de 1979. Tampoco se ha puesto de relieve el papel de los protagonistas de aquella época: Jesús Reyes Heroles, el secretario de Gobernación; destacados luchadores sociales como Demetrio Vallejo, Heberto Castillo, Arnoldo Martínez Verdugo y Pablo Gómez Álvarez; connotados dirigentes políticos como los panistas Abel Vicencio Tovar y Eugenio Ortiz Wallis, el jefe sinarquista Juan Aguilera Azpeitia; sin olvidar a Porfirio Muñoz Ledo y Rodolfo González Guevara (revistas jurídicas.unam.mx  La reforma política de 1977: ¿Un parteaguas en la vida política de México? publicado el 20 de septiembre de 2019).

Con una sólida formación doctrinal e ideológica, bien curtido en las lides políticas, con amplia cultura, de buena palabra y puntillosa oratoria, Juan Aguilera Azpeitia es diputado federal en la LI Legislatura (1979-1981, el presidente de México era José López Portillo). Tenía entonces 41 años de edad.

El diputado Juan Aguilera Azpeitia, de pensamiento claro, fiel a sus ideales, con argumentos e ideas debatió en el Congreso de la Unión frente a personajes como Arnoldo Martínez Verdugo, del Partido Comunista Mexicano (PCM), Graco Ramírez Abreu, del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Ignacio Vázquez Torres, del PRI, Humberto Pliego Arenas, del Partido Popular Socialista (PPS), Juan Landerreche Obregón del PAN, entre otros experimentados políticos. Nada parecido a las vulgaridades, levantadedos, y negocios  de algunos diputados de hoy. Don Juan solía decir: “es evidente que quien entró a la política  para volverse rico, no lo puede ocultar”.

Luego vendrían diferencias, hoy llamado “fuego amigo”, entre los dirigentes de la UNS y del PDM que provocaron la desilusión y renuncia de Don Juan Aguilera Azpeitia, quien así lo escribió:

“… Reitero que puse punto final a mi militancia en la agrupación cuando los estultos, rapiñeros y ahora carroñeros, quisieron fulminar, por así decirlo, mi honra cívico-política a la que, por cierto, no le tocaron ni una fibra”.

“… Pero como la vida, la historia y eso que se llama verdad siempre relucen, pondrán, tarde o temprano, a cada quien en su lugar…” (Sinarquistas en busca de héroes, Opinión AM 7/4/2019).

Entonces Don Juan regresó a León, a su barrio, a su Coecillo. A la muerte de su hermano Chepe se quedó al frente de la Farmacia de Asís, sobre la calle Fray Daniel Mireles, en donde además de surtir medicinas atendía a la gente que acudía en busca de consejo, a manifestarle algún problema, a pedirle ayuda. Ahí también recibía a sus amigos y sostenía amenas charlas cargadas de historia y numerosas anécdotas.

Juan Aguilera Azpeitia dejó para siempre la política militante y siguió su sencillo y modesto estilo de vida.

Paco Becerra, también del Coecillo, amigo de Don Juan y consuegro dos veces de Don Juan (dos de sus hijas casaron respectivamente con los respetables abogados Daniel y Francisco Aguilera Cid) dice:

Don Juan en su libro “Morusas del Pensamiento” da consejos (nosotros creemos que es a sus nietas y nietos) a los niños sobre temas como el consumo de alcohol y drogas, la pederastia, las tareas, el respeto, la pobreza, la vejez, la muerte y otros valores tan necesarios hoy en la niñez y las familias.

Caballero cristiano e idealista; luchador social, dirigente político, legislador y defensor de la democracia y de libertades; periodista, articulista, crítico, historiador y escritor. Hombre de pluma culta, sencilla y con tinta imborrable, escribió de política y políticos, de problemas sociales y económicos; de gobiernos y gobernantes; de personas y personajes de nuestra ciudad, del país y del mundo; de igualdad y humanismo, de …VALORES. 

Sí Don Juan, “No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós, muy pronto junto al fuego nos reunirá El Señor”.

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