Me parece de no creerse lo que estamos viviendo. A ratos se me hace como una pesadilla, como un túnel oscuro o como un tiempo de tinieblas… aunque también, a veces, parece surgir una pequeña luz que me hace tener la esperanza de que en algún momento vamos a salir de esto. Como hoy que sale en el periódico que tanto el INE como el Trife le llamaron la atención a López Obrador por vulnerar la equidad de las elecciones desde sus mañaneras.

Cuando este artículo salga publicado, ya habrá pasado otra marcha convocada, ahora para defender a la SCJN. Deseo que sea un gran éxito y una demostración más de lo que deseamos la mayoría de los ciudadanos:  respeto a la ley. Así, tan simple y sencillo.

?No recuerdo, en mis 60 años, que en ningún otro sexenio se hubieran convocado tantas marchas y de manera tan consecutiva.  

Pero es que pareciera que a este gobierno no le termina de gustar nuestra Constitución, ya que ha tratado muchas veces de cambiarla y, además, pasa una y otra vez por encima de ella… ¡con un descaro y un cinismo!

No gobierna, solo se dedica a atacar a todos los que no somos consecuentes con sus desvaríos, llámese SCJN, INAI, INE, periodistas, medios de comunicación, empresas nacionales y extranjeras, gobiernos y partidos de otros países, ONGs y un largo etcétera. Y ahora parece que su último entretenimiento es expropiar.

¿Por qué se convoca a esta enésima marcha? Porque desde todas las instancias del Gobierno Federal se está atacando de una manera constante, artera e insolente a uno de nuestros tres Poderes de la Unión. 

El 26 de abril, según El País y varios medios de comunicación, unas pocas decenas de gente mayor de 60 años, seguidores de López (y muy posiblemente, beneficiarios de sus programas sociales), se asentaron afuera de la SCJN repitiendo lo que el Presidente dice en sus mañaneras sin mostrar ninguna prueba: “Que el sistema judicial está vendido y es corrupto”.  

La gota que derramó el vaso fue una manifestación organizada por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García (sí, aquel que al principio de su mandato inventó una ley con la que  encarceló a varios opositores y a mil 33 más* y que todavía el 16 de marzo de este año siguen peleando por sacarlos**), en la que llevaron féretros y cruces con los nombres de los ministros.  Según sus desvergonzadas y equivocadas declaraciones posteriores, esto “no fue desearle la muerte a nadie, es solamente en sentido figurado”.  Pues no entiendo cómo vería él o cualquiera que le hicieran lo mismo.

Leía  en El Excelsior un artículo de Romero Apis: “Un día sin Constitución”. Primero habla de los siete pilares que la forman: generación del Estado, la organización de su gobierno, las potestades de sus gobernantes, la demarcación de su territorio, la atribución de sus nacionales, los privilegios de sus gobernados, así como la creación y jerarquía de sus leyes. Y sobre qué pasaría si no existiera (como parecen desear varios del partido en el poder)… ¡sería un verdadero desastre! No existiría territorio, ni moneda, ni autoridades, ni embajadas, ni nacionalidad, ni garantías constitucionales, ni derechos humanos, ni pasaportes… En pocas palabras, no existiría el País. Funcionaría solo la ley del más fuerte. Así de drástico. Él sugiere que a los gobernantes actuales habría que estarles recordando: “Acuérdate de la ley”, para que tuvieran siempre presente que no son sempiternos, ni omnipotentes ni omnipresentes.

Pues sí, queridos lectores, esto es lo que se busca con la marcha del domingo, que todos recordemos que “la ley es la ley”. Y que la SCJN solo está ahí para hacerla respetar, como lo ha hecho hasta hoy.  

Ojalá que, como las otras, sea todo un éxito y sirva para que, a ver si ahora sí, nos vean y nos oigan los que siguen creyendo que pueden pasar por encima de la ley y de nuestros derechos, como si el País fuera solo de ellos.

P.D. ¡Muchas felicidades al periódico AM por sus primeros 45 años!

LALC

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *