Nunca hemos entendido por qué los políticos, los nuestros en especial y los de la 4T de manera preeminente, pierden tiempo intentando ocultar la realidad, en lugar de dedicarlo a remediarla.

Recordarán ustedes que, en los últimos días, este su medio reportó que comenzó a llegar chapopote a las playas de Tamaulipas y Veracruz.

Los ambientalistas habían reportado una fuga de crudo que estaba esparciéndose por el Golfo de México. De manera que ese chapopote destructor del medio ambiente, de la pesca y el turismo, provenía seguramente de la fuga.

El Agrónomo Director de PEMEX, y también el Emperador Lopezuma, LO NEGARON, dijeron que no era nada, que ya estaba arreglada, que la culpa era de “las chapopoteras”, etcétera. Pero la verdad alcanza tarde que temprano a los mentirosos: ayer el medio de información financiera más prestigiado del mundo, “Bloomberg”, reportó que PEMEX, por órdenes del agrónomo, ordenó el cierre temporal del centro de carga flotante “Yúum K’ak’ Náab” -el más importante de PEMEX- POR UNA FUGA… y grande.

La cual se SUMA a otra fuga que obligó la clausura en la terminal de Salina Cruz tras de que ésta sufriera rotura en mangueras de entrega, explosión de gas y la muerte de dos trabajadores de PEMEX.

Ahora que el centro flotante de entrega “Yúum K’ak’ Náab” estaba por entregar OCHO millones de barriles de crudo a embarcaciones destinadas a la EXPORTACIÓN, principalmente hacia EU.

Como ustedes estarán enterados, por el verano, vacaciones y el intenso empleo de medios de transporte en el vecino País, la demanda de combustibles es altísima. Y PEMEX, con sus “problemitas”, lo está desaprovechando.

La cereza en el pastel de estos infortunios que sufre PEMEX, y que el Gobierno pretende ocultar, es que, encima de todo, LA MARINA TOMÓ las instalaciones de PEMEX en Ciudad Madero: concretamente el Centro de Reparaciones Navieras con todo y su “Dique Seco” (Dry Dock), el único de su tipo con el que cuenta PEMEX. El Vicealmirante Marino Ricardo Carreón y sus marinos tomaron desde ayer control de la planta de manera sorpresiva, ya que NINGUNA quesque AUTORIDAD anunció o justificó que quede bajo mando MILITAR.

Lógicamente el solo hecho de que lleguen militares a hacerse cargo de un centro marítimo operado por PEMEX levanta ámpulas.

¿Qué ha acontecido ahí que amerite la intervención de la Marina? ¿Qué justificación existe para esta medida tan draconiana, que solo porque la denunciaron los trabajadores ante la llegada de los marinos la ha conocido la opinión pública nacional?

¿Acaso está este Centro de Reparación Naviero en peligro a causa de una amenaza interna o externa? ¿A quién le importa el control de ese “Dique Seco”? ¿Quién lo va a utilizar a partir de que dichas instalaciones estén en manos de la Marina?

Surgen estas preguntas -y otras- ya que el fin de semana pasado, en NAYARIT, el Emperador Lopezuma se aventó una diatriba/arenga harto peculiar, en la que aseveró que si Estados Unidos nos invade no solo nuestras Fuerzas Armadas defenderían a México, sino que todos sus ciudadanos.

Esto aparentemente como respuesta desproporcionada al comentario de un Representante del Congreso norteamericano diciendo que era un ALIADO de México y que nuestro País podría contar con ellos en el combate a las organizaciones criminales que han rebasado al Estado mexicano en ciertas zonas del País.

Y que estaban dispuestos a venir a México a ayudarnos a combatirlos. Esto al día siguiente que la Jefa de la DEA dio a conocer -para el enojo absoluto de Lopezuma- que entre el Cártel de Sinaloa (Los Chapitos) y el “Jalisco Nueva Generación” contaban con 44 mil hombres en CIEN Países.

Dando a entender que México corre peligro de convertirse -si acaso no lo es ya- en un NARCOESTADO (cosa que afirmó -que ya lo somos- poco antes de morir Porfirio Muñoz Ledo).

Con este fondo y estado anímico de Lopezuma, nos parece lógico que llame la atención poderosamente la toma de instalaciones de PEMEX por parte de nuestra Marina. Esto a escasos días de que fue detenido uno de sus Coroneles (que en ese tiempo operaba bajo el mando del hoy Secretario de la Marina) por participar en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

No exageramos al decir que tomado todo esto junto, conforman los hechos un poderoso cocktail de sospechosismo.

 

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