VAYA LÍO le acaba de estallar a Claudia Sheinbaum en el gobierno de la Ciudad de México. Resulta que a cientos, si no es que miles, de trabajadores sindicalizados del gobierno capitalino les ¡desaparecieron! poco más de 2 mil pesos, a cada uno, de su fondo de ahorro.
SE TRATA de un fondo capitalizable contemplado en el contrato que tiene la administración de la CDMX con el sindicato. Y por alguna extraña razón, en esta semana las distintas dependencias comenzaron a descubrir que les habían trasquilado lo que les correspondía por concepto de “rendimientos” del dichoso fondo.
Y AUNQUE quien tendrá que enfrentar la bronca es Martí Batres, quien tendrá que dar más explicaciones es su jefa Claudia Sheinbaum. ¿Por qué? Pues porque la razón del descuento, según les han dicho sus dirigentes a los trabajadores, es que se trata de aportaciones para la campaña de la morenista.
Y, OBVIAMENTE, eso no ha gustado nada a las y los trabajadores sindicalizados que desde hace unos días comenzaron a movilizarse, a bloquear instalaciones y mandarle cartas a Batres para que les devuelvan su dinero, sí o sí.
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VERSIÓN oficial de Movimiento Ciudadano sobre la reunión del viernes para analizar la estrategia por la Presidencia: “Se inauguró un espacio de reflexión permanente partiendo de la premisa de que el proyecto nacional se construye desde lo local”.
VERSIÓN extraoficial de quienes le saben al teje y maneje de las complicaciones internas emecistas: “No hubo conclusiones ni definiciones. Cada quien en su postura. Tenso, cerrado. Nadie cede”.
AUNQUE sus comunicados traten de dorar la píldora naranja hablando de abrir “un espacio de reflexión”, la realidad es que MC concluyó su cónclave del viernes igualito a como inició: cada quien mirando para lados distintos.
LAS posiciones de Dante Delgado y de los gobernadores Enrique Alfaro, de Jalisco, y Samuel García, de Nuevo León, sobre el rol de MC en el 2024, básicamente en cuanto a ir solos o en alianza, están atoradas y no se ve una ruta clara de acuerdos.
ALGO muy parecido a esas telenovelas turcas que duran cientos y cientos de capítulos y nomás no avanza la historia.
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ES CURIOSO: Andrés Manuel López Obrador tiene una conferencia de prensa ¡diaria!, que dura de dos y media a tres horas y se difunde a nivel nacional por canales de televisión y radio gubernamentales, además de las transmisiones en streaming por YouTube, Facebook y hasta X, antes Twitter. En sus mañaneras, el Presidente informa, acusa, ordena, dirige, predica, difama, acosa, presume, da clases de periodismo, organiza rifas, hace karaoke, dibuja un país que no existe, acomoda las cifras a su gusto, presenta sus otros datos, no permite réplicas, se ríe, se burla y hasta sermonea. Ah, pero según los gobernadores morenistas, el INE limita la libertad de expresión de AMLO. No, pos’ sí.