La semana pasada, la alcaldesa Alejandra Gutiérrez y su equipo, tuvimos una reunión con empresarios de una de las instituciones empresariales más importantes de la ciudad, con la intención de dar a conocer las acciones y proyectos que está llevando a cabo la Administración Municipal, así como para tener un diálogo abierto y directo con los ciudadanos.

En el relacionado con la seguridad en el municipio, además de hablar de las acciones que ya son conocidas, como la profunda depuración de la Policía, la inversión de recursos sin precedentes en materia de sueldos, equipo y capacitación, también expusimos con toda transparencia, las áreas de oportunidad que tiene nuestro municipio en aspectos como la videovigilancia, misma que ha demostrado ser un arma muy efectiva para atacar a la impunidad que es, en mi opinión, nuestro principal problema. 

Casos tan lamentables como el de Milagros, nos demuestran que entre más cámaras existan en las calles, mayor es la posibilidad de detener a los delincuentes, ya sea porque se viralizan sus rostros o porque significan una presión muy fuerte para la Fiscalía. Aceptamos que León todavía tiene mucho que hacer en este tema, ya que la cobertura de videovigilancia en la ciudad está muy por debajo de lo que una urbe como la nuestra debe tener.

Sin embargo, por su parte, los empresarios casi no comentaron nada en materia de seguridad.

Partiendo de que, en múltiples ocasiones, varios empresarios se han acercado conmigo para expresarme su preocupación por las condiciones de inseguridad del municipio y en algunos casos, incluso reclamarme la falta de mejores resultados, considero que la reunión fue desaprovechada por los participantes, pues, por un lado, no expusieron su verdadera preocupación por la seguridad de nuestra ciudad, pero, sobre todo, porque no escuchamos sus reclamos, que respetuosos y puntuales, son totalmente bienvenidos y necesarios.

Tuvieron todo el tiempo al secretario de Seguridad en la mesa, y no recibió ni un reclamo, vaya, ni se le exigió una explicación sobre los recurrentes robos a casas o negocios, ni sobre el miedo que tienen las mujeres de caminar solas en la calle, o respecto a la terrible percepción de inseguridad que generan tantos asesinatos diarios en la ciudad. 

Esas reuniones deben aprovecharse para exigirle a las autoridades resultados, deben considerarse como ejercicios de rendición de cuentas para reconocer lo que se ha hecho bien, pero sobre todo para señalar lo que debe corregirse. Las autoridades en general tienden mucho a justificar la falta de resultados haciendo uso de información privilegiada, con juegos de cifras y discursos envolventes, de modo que los ciudadanos deben tener fuentes internas de información, no dejarse convencer y deben marcar la agenda de las reuniones.

La crítica ciudadana es muy importante para todos los que participamos en el gobierno de la ciudad, pues en la mayoría de las veces es sincera y con fundamentos, no como la crítica destructiva que hace la oposición dentro y fuera del Ayuntamiento (principalmente la de Morena), pues esa carece de cualquier legitimidad, ya que solo busca el beneficio político partidista y nunca el bien común.

A mí en lo personal, como ciudadano participando temporalmente en la política, el no entregarles a los leoneses los resultados esperados en seguridad, me causa vergüenza y frustración, pero a veces pareciera que a los empresarios no les preocupa, o no consideran a la inseguridad como un problema que merece ser discutido y encarado. Debemos entender que no es útil tener encuentros que sean días de campo. Al terminar esas reuniones, la autoridad además de salir reconocida, a la par debe irse cuestionada y con compromisos asumidos.

RAA

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