Dante Delgado se enfrenta a una encrucijada y no solo por el difícil desencuentro con Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, un poderoso bastión del Movimiento Ciudadano, sino porque podría provocar el naufragio del partido que dirige.

Se trata de apoyar a Xóchitl en su carrera a la presidencia, la primera mujer que afortunadamente habrá de llegar a ser la titular del Poder Ejecutivo como candidata única del Frente Amplio, en realidad, una coalición histórica que habrá de perfeccionarse legalmente de acuerdo con los tiempos electorales. La ley prohíbe expresamente que Xóchitl sea candidata del MC y simultáneamente del Frente Amplio. Imposible.

De acuerdo a lo anterior, Dante tendría que lanzar la candidatura de Samuel García, gobernador de Nuevo León, solo que el PRI y el PAN son dueños de la mayoría legislativa del Estado con 28 legisladores, en tanto MC cuenta con 11 votos, más uno de Morena. No hay manera. La oposición no le concederá a García la licencia para separarse del cargo, en el entendido que la Constitución regia le permite ausentarse solo por 6 meses, sin olvidar que su elevado cargo es renunciable solo por causa grave que calificará el congreso. ¿Está claro? García está eliminado, en tanto ni Alfaro ni Colosio ni Patricia Mercado, por diferentes razones, desean participar en la contienda electoral más importante de nuestra historia reciente.

Si MC decidiera sumarse al Frente Amplio podría obtener un sinnúmero de curules federales, además de las locales y con ello incrementar su poder, en el entendido de que por sí solo, en nuestros amenazadores días, aislado de la coalición, podría arriesgarse a perder su registro, ya que, en la última encuesta publicada por Reforma en relación a las preferencias electorales por partido, MC obtuvo un temerario 4%, porcentaje con el que estaría exponiendo su existencia como partido político.

De incorporar MC a Xochitl en la coalición, navegaría en una voluminosa ola de optimismo estimulada por la genial hidalguense que provocaría un alud de legisladores de beneficio a todos los partidos. Recordemos que, con todo y sus elevados índices de popularidad, AMLO perdió la mayoría calificada en 2021. El Frente Amplio y MC, unidos, le podrían arrebatar a Morena también la mayoría relativa en el 2024. Si MC apoyara a Xóchitl quedarían canceladas las sospechas derivadas de acuerdos indigeribles entre AMLO y Dante.

Si Delgado desea hacerse de más curules, debe apoyar a Xóchitl y formar parte de la coalición, a la que califica, equivocadamente, como “una alianza de impresentables condenada al fracaso”, un Titanic que no abordará, perdiendo de vista que dicha coalición es más poderosa que el USS Zumwalt, el primer destructor de misiles de la Marina de EU.

SI MC adoptara a Ebrard y Sheinbaum ganara las elecciones para la tragedia de México, ¿qué harían con aquél? ¿Le daría la 4T un puesto en el gabinete o una comisión legislativa para dejar expuesto un juego inconfesable? ¡Imposible! ¿Quedarse de legislador huérfano en MC como feroz enemigo de Morena? Una inconsecuencia.

Conclusión: MC carece de candidatos viables para ganar la presidencia de la República, pero sí puede conquistar múltiples curules federales y locales de montarse en el afortunado tsunami llamado Xóchitl. “El electorado no quiere saber de una coalición”, declaró Delgado, de la misma manera en que confesó “retirarse de la política si MC no sacaba más votos que el frente en 2024.” ¿Y si no solo no saca más votos, sino que pierde el registro lastimando gravemente las carreras de Chertorivsky y Mercado, entre otros más.

Ya quisieran Dante y AMLO contar con una candidata como Xóchitl que ha convencido a millones con su contagiosa sonrisa, su lenguaje magnético, su origen estremecedor y su discurso de vanguardia sin haber dispuesto ilegalmente de los ahorros de la nación.

Si Dante apoyara a Xóchitl se colocaría al lado correcto de la historia y nutriría con nuevas fuerzas legislativas a MC para ayudar a construir el México que nos merecemos. Renunciar a la unión entre partidos solo ayudaría a la consolidación de un nuevo gorilato de terribles consecuencias. Guardar una sana distancia entre Dante y AMLO evidenciará una imagen de fortaleza de parte del primero, que lo colocaría fuera del alcance de los chantajes provenientes de palacio.

Dante tiene todo para ganar o todo para perder. O se suma o la nada.

Gsz

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