Una imagen vale más que mil palabras: el video muestra a policías capitalinos IMPIDIENDO físicamente, a empujones, que los representantes del aspirante presidencial de Morena Marcelo Ebrard pudieran atestiguar el “conteo final” de la “encuesta maestra” de Morena, la cual ha resultado un cochinero, dada la enormidad de irregularidades que presentó. Mismas que ha detallado minuciosamente el equipo de Ebrard: hasta el mismo Fernández Llorona reconoce que hubo irregularidades, pero pide a todos SOMETERSE.

El despapaye es mayúsculo: ni en las peores épocas del viejo PRI se ha visto algo tan descarado y burdo. No sorprende, por tanto, que Ebrard -el más echado para adelante e independiente de las corcholatas- haya pedido que se repusiera el proceso, uno tan viciado que no puede ser ni confiable ni creíble. Cosa que por supuesto no sucederá: los amanuenses presidenciales, Durazo y Delgado, afirmaron que ninguna “eventualidad” cambiará el resultado final.

Es decir, ni aunque se lleguen a comprobar las irregularidades, cambiarán el ungimiento de la “favorita presidencial”. El Emperador Lopezuma, por supuesto, ya había dicho lo mismo, esto que luego mimetizaron sus títeres.

No podía decir otra cosa, ya que el cochinero lo gestó él mismo, pues el logrado ES EL RESULTADO de su DEDAZO, ese que dice que “ya se acabó”, pero que ayer quedó clara y ampliamente visto como existente y vigente.

Por supuesto, sale sobrando afirmar que a este su h. comentarista de banqueta le da perfectamente igual, o dicho de otra manera, nos vale mádere, quien haya “ganado” el proceso interno de Morena. Sólo observamos que de arranque YA VAN MAL. Apesta a azufre su proceso y quienes lo justifican y lo hacen bueno, lucen apocados, agachados y sumisos.

La LIMPIEZA del proceso era -y es- importante, pues nos lo vendieron a los ciudadanos como algo insólito, “muy democrático” y ejemplar, y ha resultado todo lo contrario.

Árbol que nace torcido jamás enderezará el tronco: de nada le servirá a la Shamebaum decirse ganadora de un concurso de marranadas. Con o sin “bastón de mando” es ella el resultado de una IMPOSICIÓN, el engendro indeseado de un proceso amañado, trucado, retorcido, deshonesto, en el que presuntamente hubo trampas, irregularidades y abusos de autoridad.

Como corolario queda claro que muchas de estas irregularidades no se pudieron haber dado SIN la existencia de una operación encubierta apoyada en el USO de recursos PÚBLICOS, tanto materiales como humanos. Si éstos salieron del Gobierno capitalino, como los policías bloqueadores, o de la Secretaría del Bienestar, da lo mismo: lo importante es que la candidata viene resultando algo así como el bebé de Rosemary.

Arranca y arranca mal, muy mal, cuestionada por sus mismos correligionarios, dejando a la opinión pública nacional un muy mal sabor de boca. Y su ungimiento motiva la pregunta: si a esto estuvo dispuesta Shamebaum sólo para ser la candidata, ¿qué no hará si llega a la Presidencia?

Ahora que les quede claro, amigos lectores, que, en lo personal, como ser humano, madre (y abuela) no dudamos que pudiera ser una buena persona. No hablamos de ella como ser humano, sino como FUNCIONARIA PÚBLICA, como una ASPIRANTE PRESIDENCIAL, con una considerable opción de llegar a ser la Presidenta de MÉXICO y de todos los mexicanos.

Afirmamos, meramente, que llegar a serlo, habiendo nacido de un proceso tan DESASEADO como el que se dio, NO AYUDA para nada. Si llega a la Presidencia, lo hará con un SELLO del “666”, con una muy mala imagen, misma que se hará extensiva a MÉXICO y a los mexicanos.

No puede uno dejar de pensar que si los morenistas están dispuestos a chicanearse entre ellos mismos, ¿qué no estarán dispuestos a hacer en las elecciones del 2024?

¡Están saltando por la borda toda pretensión de decencia, de moralidad, de legalidad, de respeto al debido proceso! Lo que nos queda es un concurso de porquerías en el que gana el más cochino. ¿Eso quieren?

¿A qué les sabe surgir de un proceso cuestionado, desaseado, en el que no muestran quienes lo realizan el menor interés en que éste sea PULCRO, sino solamente en que se reconozca sin reparos a quien ellos le levantan la mano? ¡Vergüenza les debería dar… si la tuvieran!

Gsz

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *