En “Los hijos de la Malinche”, capítulo IV de El laberinto de la soledad, Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, reflexiona sobre la identidad mexicana y cómo la historia y la percepción de la realidad pueden moldearla. Utilizando la figura de la Malinche como símbolo de la dualidad y la complejidad de la identidad mexicana, el autor nos invita a pensar sobre la identidad cultural y la necesidad de comprender la historia para no repetir errores pasados.

El poeta y ensayista argumenta que las y los mexicanos heredamos esta dualidad, que se manifiesta en nuestra cultura e historia y nos lleva a una profunda reflexión sobre la necesidad de entender nuestra identidad cultural en un contexto histórico más amplio. Es decir, nos recuerda que la cultura y la historia son procesos en constante evolución y que es esencial mantener una visión a largo plazo para comprender su complejidad y no caer en la complacencia del éxito momentáneo.

Lo anterior viene a cuento ahora que Morena concluyó la primera etapa rumbo a su participación política en los comicios de 2024. La elección de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo como coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, y la entrega del bastón de mando por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador marcan un hito en la trayectoria de nuestro movimiento.

Sin embargo, pasadas la euforia y las reacciones diversas ante los resultados, resulta imprescindible reflexionar sobre el significado de esta elección y la manera en que impactará en las próximas candidaturas que estarán en juego en todo el país. Considero que en este momento debemos mirar hacia delante, con determinación y unidad, conscientes de que en el transcurso de los próximos meses Morena enfrentará retos cruciales que pondrán a prueba la cohesión del movimiento.

Desde su creación, Morena ha buscado transformar profundamente la política y la sociedad, poniendo énfasis en la justicia social, la transparencia y la lucha contra la corrupción, con la visión de un México más equitativo y justo. Estos postulados dieron pie a la Cuarta Transformación, impulsada por el hoy primer mandatario nacional emanado de las filas de la izquierda.

En los próximos procesos electorales, Morena se enfrentará a una competencia inédita en todo el país. La selección de quienes contenderán por gubernaturas, alcaldías, diputaciones y senadurías será determinante para el futuro de México. La coordinación efectiva entre los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en los estados será esencial para el éxito de nuestras candidatas y candidatos.

No es asunto menor: más de 20 mil cargos estarán en juego en las elecciones de 2024, incluyendo la Presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, nueve gubernaturas (Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), 31 congresos locales, 1,580 ayuntamientos, 16 alcaldías y 24 juntas municipales.

En tal sentido, la designación de las y los próximos candidatos será crucial para la unidad en Morena. Cierto, la diversidad de opiniones y corrientes de pensamiento en nuestro movimiento es una fortaleza, pero también representa un desafío. Por eso, una vez concluida la elección de la coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, es hora de enfocarse en los objetivos comunes rumbo al año entrante.

Por ello, debemos mirar hacia adelante con esperanza y determinación, conscientes de que el trabajo que realizaremos en los próximos procesos electorales será fundamental para consolidar los avances de la Cuarta Transformación.

Morena no sólo representa un partido político, sino un compromiso inquebrantable con las causas más nobles que nos mueven para transformar a México; de ahí que la unidad, el respeto y la cohesión sean fundamentales para asegurar el éxito sostenible de nuestro movimiento en 2024. 

 

@RicardoMonrealA   

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