Soy de los mexicanos que quisiera que, en estas fiestas patrias, todos los mexicanos celebráramos con todo lo que nos une. Pero el Presidente AMLO, nuestro líder que debería convocarnos a la concordia para celebrar la independencia nacional, solo invitará a quienes considera que están en su proyecto. Soy de los que hubiera querido que, con los otros dos poderes, el judicial y el legislativo, recordara en concordia, a los héroes que “nos dieron patria”. Sí, me hubiera, gustado también, que, por fin, se reuniera con los partidos de oposición y con todos los gobernadores de toda la República y no solo con los de su partido. Andrés Manuel, quien tanto gusta de ver al pasado, bien podría repasar que las épocas de guerra entre liberales y conservadores, fueron aquellas en que peor le fue al País provocando división y odio entre hermanos.
Es el Presidente, quien termina ya su sexenio, con una tasa de aprobación ciudadana de alrededor del 55-60%, a pesar de que los indicadores clave de la vida del País, sean los peores que hayamos conocido; ya en salud, en economía, ya en crímenes, ya en pobreza, las estadísticas reflejan a un País en crisis, pero ni a esto le hace caso el pueblo: quiere a su Presidente y se identifica con él y su manera de gobernar. Ni los niveles de deuda pública le preocupan. Simplemente, gustan de saber que su líder grita y ofende a las “élites” y grita con él, contra los gigantes a quienes consideran culpables de todo lo malo que nos pasa.
Con una oposición enfrascada en salir de sus propios laberintos, AMLO ataca a su candidata Xóchitl, pues ella encarna lo que muchos quisiéramos en las mayorías pobres: construir historias de superación y lucha para llegar a generar tecnología y riqueza. La ataca porque ella nació indígena y pobre y habla también el lenguaje de los pobres, en tanto que Claudia Sheinbaum personifica lo contrario, lo que AMLO tanto aborrece por ser ella refinada y preparada académicamente. A la oposición le queda proponer, no solo oponerse al gobierno y plantear proyectos que convenzan a la ciudadanía de que hay “algo” mejor o menos peor que el País de AMLO que ha cautivado al ciudadano en una forma diferente de gobernar, pues siendo populista, ha logrado proponer los simbolismos que necesitaba el pueblo para creer en su gobernante.
El año 2024 será de moderado crecimiento económico que no compensará la recesión que viene desde el 2019. Creceremos con aumento de la deuda nacional, esperando que la recuperación económica -que se debe a que el empresariado y los emprendedores invierten capitales y talento-, para recuperar los empleos que nos hacían falta. México siempre tendrá en el futuro una enorme oportunidad de volver a crecer si estamos unidos, en concordia. El año próximo deberá ser un año de trabajo colectivo para que el País construya un proyecto económico que permita mejor repartición de la riqueza con leyes más equitativa, toda vez que seguimos siendo el País más desigual en el ingreso, pero que sea con la participación de todos.
Por eso, me duele que el Presidente AMLO celebre las fiestas patrias, -que son el momento de mayor unidad nacional-, atacando a sus adversarios y provocando más división y odio. Que siga dando abrazos y no balazos al crimen organizado para tolerar esta economía dominada por el dinero sucio. Acabará el sexenio sin cambiar sus discursos diarios de descalificación y amenazas, sin conocer tiempos de concordia, que es una actitud y un estado social que permite que las partes puedan construir juntos, consensos.
Ojalá MORENA se abra a la diversidad de otras fuerzas políticas para acordar y a la realidad misma que necia, les arroja estadísticas diferentes a los “otros datos” que el Presidente nos quiere imponer en las primeras horas del día. Con el apoyo de las Fuerzas Armadas, del narcotráfico, de 30 millones de apoyos sociales y las nóminas de 22 estados, AMLO tiene enfrente la continuidad de su proyecto más allá del 2024. Pero ese País, el de las mayorías, el más justo, solo se construirá en la medida en que la próxima Presidenta facilite la concordia y el acuerdo con todos, y podamos juntos gritar la unidad nacional cada septiembre.
HLL