Nunca me planteé renunciar, ni en los peores momentos
Katalin Karikó
En los Estados Unidos actualizaron las recomendaciones de vacunación contra la COVID-19 el 3 de octubre para añadir la vacuna Novavax para 2023-24. Las tres vacunas autorizadas y aprobadas por FDA (Food and Drug Administration) en la actualidad son Moderna® y Pfizer-BioNTech®, hechas con tecnologías de ARNm (ácido ribonucleico mensajero) y Novavax®, vacuna hecha con sub-unidades de proteínas. Estas tres vacunas se administran como inyecciones en el músculo en la parte superior del brazo o en el muslo si se trata de un niño pequeño.
Debemos saber, estimados lectores, que las recomendaciones de vacunación se basan en la edad, el tiempo transcurrido desde la última dosis y, en algunos casos, la primera vacuna recibida. Las personas con las defensas bajas (inmunodepresión moderada o grave) tienen recomendaciones específicas. Las reacciones adversas posteriores a este tipo de vacunas son frecuentes, pero las reacciones alérgicas graves después de vacunarse son poco habituales.
Las vacunas de Moderna® y Pfizer-BioNTech® usan un ARNm creado en un laboratorio para enseñar a nuestras células a producir una proteína, o tan solo una porción de una proteína, que desencadena la respuesta inmunitaria de nuestros organismos.
El ARNm de las vacunas se descompone a los pocos días de la vacunación y el organismo lo elimina. El día 2 de octubre el Instituto Karolinska entregó el premio Nobel de Medicina 2023 a Katalin Karikó y a Drew Weissman por su trabajo que permitió el desarrollo de vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19. Se reconocen los descubrimientos revolucionarios que cambiaron fundamentalmente nuestra comprensión sobre la manera en que el ARN mensajero interactúa con nuestro sistema inmunológico. Los laureados contribuyeron al ritmo sin precedentes del desarrollo de las vacunas durante una de las mayores amenazas para la salud humana de la época moderna.
El ARNm ha sido utilizado, antes que en la lucha contra las infecciones virales, en la medicina personalizada, desarrollando vacunas contra el cáncer de diferentes tipos. Esta situación hizo posible el desarrollo acelerado de la vacuna contra el SARS-CoV-2, por un lado y modificar su formulación de manera rápida y sencilla conforme el virus ha ido cambiando -mutando-.
El pasado 4 de octubre Moderna® presentó su vacuna COVID-19 actualizada al comité de nuevas moléculas de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios -Cofepris- a través de su socio comercial estratégico, Asofarma de México.
Esta vacuna actualizada, dirigida al sublinaje XBB.1.5 del SARS-CoV-2, será analizada ahora por el comité de moléculas nuevas de la Cofepris para verificar se cumpla con la calidad, seguridad y eficacia que requiere la población mexicana. Esta vacuna fue aprobada recientemente por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia Europea (EMA), así como otros organismos reguladores para la temporada de vacunación de otoño de 2023.
Cofepris no debe retrasar la autorización de la vacuna de Moderna® para uso ordinario en México, tanto por la aprobación de la vacuna por agencias regulatorias superiores a la nuestra, como por los datos aportados que demuestran respuestas inmunitarias sólidas en múltiples virus del linaje descendiente de XBB, incluidas XBB.1.5, XBB.1.16 y XBB.2.3.2; como porque en ensayos clínicos evidencian un aumento de 8.7 a 11 veces en los anticuerpos neutralizantes contra las variantes circulantes, incluidas las variantes BA.2.86, EG.5 y FL.1.5.1.
En estudios hechos en población mexicana, el estudio “Effectiveness of a nationwide COVID-19 vaccination program in Mexico against symptomatic COVID-19, hospitalizations, and death: a retrospective analysis of national surveillance data”, de Bello-Chavolla y colaboradores, de un total de 793,487 adultos mexicanos que fueron vacunados con siete diferentes vacunas anti-COVID-19 versus 4,792,338 adultos no vacunados, se observó un efecto más pronunciado con la vacuna ARNm-1273 (vacuna de Moderna®), con la cual se previno significativamente la infección por SARS-CoV-2 (87.48 % con la dosis inicial y 91.45 % con el refuerzo), la hospitalización (85.78 % con la dosis inicial.
Y78.0 % con el refuerzo) y la mortalidad (93.10 % con la dosis inicial y 93.46 % con el refuerzo).
En 2011, México consolidó un marco para el reconocimiento y protección de los derechos humanos -entre ellos el derecho a la salud- a través de una reforma constitucional.
El Estado, por ende, tiene la responsabilidad de ofrecer servicios de salud de forma completa, incluyendo la provisión de medicamentos básicos y vacunas de calidad.
Las vacunas actualizadas contra la COVID-19 deben ser una prioridad nacional en su registro, adquisición y vacunación en este otoño de 2023-4. Las vacunas Abdalá y Suptnik ofrecidas no otorgan la seguridad para la vida que aportan las vacunas ARNm. ¡No más muertes por ideología!
***Desde el “Espacio X” decimos: “La Cofepris tiene el deber de acelerar y hacer transparente la adquisición del registro sanitario para todas las vacunas contra la COVID-19”.
RAA