En las últimas semanas, hemos estado recibiendo noticias sobre los plagios hechos tanto por Xóchitl Gálvez como por Claudia Sheinbaum para su informe y para su tesis de titulación, respectivamente.  

Hay varias acepciones de plagio, por ejemplo, la Real Academia de la Lengua, lo expresa: “Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. Pero la que me parece más correcta, en lo que a nuestro caso refiere, es la que dice: “Una persona comete plagio si copia o imita algo que no le pertenece, y se hace pasar por su autor, con o sin su autorización. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se tipifica este delito cuando se incluye una idea, texto, imagen o diseño de otro autor, sin anunciarlo expresamente, sin usar comillas (o la sangría y tipografía distinta equivalentes) y sin citar la fuente o autor original” (Wikipedia). 

“El plagio es una forma de robo o de fraude. No puede soslayarse”, dice Sergio Sarmiento, y pienso que tiene razón, aunque agregaría “sea quien sea” (AM, 22 de septiembre). Desde que yo era pequeña, en la escuela, cuando se nos enseñó a investigar, y hasta lo último que he estudiado, que fue un diplomado en el IPADE, se nos hacía mucho hincapié en poner entre comillas, con diferente tipografía y con sangría, las palabras, párrafos o ideas de otros; incluso en mi época, se usaba citar la fuente bibliográfica exacta… ahora se pide la página web. En un principio, me parecía exagerado, pero conforme pasa la vida te das cuenta de lo importante que es respetar la autoría ajena. 

Morena, con el terror que le tiene a la candidatura de Xóchitl, busca un día sí y otro también, cosas para atacarla. Ahora les salió el “tiro por la culata” porque alguien de la oposición (el orgullosamente leonés, Juan Pablo Álvarez Guedea) investigó y resulta que también Claudia Sheinbaum plagió. Pero mientras que Xóchitl solo lo hizo en el 3 % de su escrito de 77 páginas, Claudia lo hizo en la mayor parte de su trabajo, ya que la investigación de Latinus y Guillermo Sheridan Prieto (periodista, ensayista, quien también descubrió los plagios de Yazmín Esquivel, Gertz Manero, Ramírez Cuevas, entre otros) dice textualmente: “Sheinbaum traduce (mal), glosa y copia de ‘Biomass stoves:  Engineering design, development and dissemination’, publicado por Baldwin en 1987, un extenso libro que recoge mucha ciencia previa sobre el tema, sin las referencias a que obliga el trabajo académico. Y realizando un ‘plagio de mosaico’, es decir, copiar y/o parafrasear un texto ajeno, cambiando algunos términos pero conservando su sentido y su estructura” (Etcétera, 29 de septiembre). ¡Qué fuerte! ¿Verdad?

Yo creo que también es importante diferenciar entre lo que es un informe de actividades profesionales (Gálvez) y una tesis (Sheinbaum). Una Tesis: “es el inicio de un texto argumentativo, una afirmación cuya veracidad ha sido argumentada, demostrada o justificada de alguna manera” (Wikipedia), lo que implica una “investigación de largo aliento y más demandante” (El País, Raziel, 20 de septiembre). Tesis, según la Real Academia: “Disertación escrita que presenta a la universidad el aspirante al título profesional en una facultad”; y disertar es: “Razonar, discurrir detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas”. Es decir, es más difícil e implica mayor responsabilidad realizar una tesis porque implica defender con hechos y argumentos una idea previa. 

En su mismo artículo del 22 de septiembre, Sarmiento nos dice que “el plagio es una falta ética”. Y como tal, insisto, a nadie se le puede justificar. Todos somos humanos y podemos fallar.  

Pero ante esta situación, lo importante es cómo enfrentas el error. Xóchitl lo aceptó, con su característica forma de hablar: “Sí, la pendejeé”. Y hace tres días fue ante el Comité de Ética de su alma mater, la UNAM, para dar la cara y hacerse responsable de las consecuencias. Claudia, en cambio, no lo ha aceptado y nos quiere dar “atole con el dedo”, diciendo que quien hizo el análisis del plagio no es un experto ni entiende de Física… muy al estilo de la “4T”. ¿Cuál forma de enfrentar los problemas les parece mejor, estimados lectores? ¿Cuál forma de enfrentar los problemas te gustaría que tuviera tu futura Presidenta?

PD: Como bien dice la senadora Kenia López Rabadán, lo que hay que exigirle al rector de la UNAM, Enrique Graue, es que así como a los dos días que se notificó el plagio de Xóchitl, él pidió una investigación, pida ahora, que se investigue la de Sheinbaum… aunque ya dejó pasar más de 16.

LALC

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