El miércoles pasado, el secretario de Seguridad, Mario Bravo Arrona, presentó el informe sobre la seguridad del municipio por el trimestre de julio a septiembre de este año, y de su contenido podemos analizar algunas cifras que son interesantes, y que muestran un poco los patrones delictivos que se tienen en León.

Empecemos por algo que ya es conocido pero que no deja de ser frustrante, que son las llamadas al número de emergencias 911. De las 384 mil recibidas en ese periodo, la mayoría de ellas, es decir, más del 60%, no fueron procedentes, principalmente se trató de bromas o información falsa. Esta cifra sigue confirmando que como sociedad seguimos teniendo una enorme inmadurez para entender que los ciudadanos debemos ser parte de la solución y no del problema. Imaginen ustedes todo el recurso que se desperdicia en atender a todas estas llamadas, desde el tiempo de la operadora, hasta el envío de unidades a las supuestas “emergencias”.

Pasemos ahora a analizar la información de las más de cuatro mil 500 personas que fueron detenidas por la Policía Municipal en ese periodo. Aquí la cifra también es alarmante, pues de esa cantidad, poco más de tres mil, es decir, el 67%, fueron arrestadas por posesión de cristal, lo que indica el enorme grado de penetración que tiene el consumo de drogas en nuestra sociedad, principalmente en los jóvenes, ya que el 50% de esas personas tenía entre 16 y 30 años de edad. No podemos esconder la cabeza y ser omisos y no hacer una reflexión al respecto. ¿Qué ciudad nos depara si dos de cada tres personas que son detenidas están relacionadas con las adicciones? Prácticamente podríamos concluir que en la gran mayoría de las familias leonesas puede haber algún consumidor. Si seguimos ignorando estas cifras, vamos en camino a ser una sociedad fallida.

Otro dato interesante es el relacionado al patrón de horarios que siguen los delitos patrimoniales, como robos o asaltos, mismos que se presentan principalmente en las delegaciones del Coecillo, Cerrito de Jerez, San Juan Bosco y Cerro Gordo, y con una mayor frecuencia entre las 7 y 10 de la noche, siendo los viernes el día en que se denuncia la mayor parte de ellos.

En lo que corresponde a los homicidios dolosos, en el periodo se presentaron 276, siendo las delegaciones con mayores incidencias la de San Juan Bosco (63), San Miguel (52) y Coecillo (44), las que a lo largo del tiempo se consideran los barrios más tradicionales, pero a la vez peligrosos de León.

En este caso, también el comportamiento de los homicidios se presenta principalmente entre las 9 y 10 de la noche, siendo los lunes cuando se dio una mayor incidencia. Ahora bien, resulta muy ilustrativo que en ese trimestre no se presentó ningún homicidio en el horario de las 3 de la mañana, que paradójicamente era la hora que la Secretaría de la Defensa Nacional pretendía reducir con el argumento que eso ayudaría a bajar la incidencia delictiva, principalmente en el tema de los homicidios.

Con estas cifras queda claro que la propuesta del Ejército estaba más sustentada en una ocurrencia o en una idea sin un fundamento técnico basado en información estadística. Este hecho fue lo que en definitiva dio pie a la postura del Ayuntamiento para no aceptar la iniciativa castrense para reducir los horarios en León, algo que en caso de que se hubiera aceptado, habría ocasionado más perjuicios que beneficios.

En el mencionado informe existe mucha más información que está disponible para cualquier ciudadano interesado. Ojalá y muchos leoneses se interesen y lo consulten.

LALC

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