Estos batos de la 4T están como el borracho que llega a la cantina, hasta atrás… y más allá.
Se arrima a la barra, y el cantinero le dice: “Perdóneme, señor, pero así como viene usted, no le puedo servir”. El borrachito medita y le responde: “¡Está bien, pero mínimo dame chance de tirarle un dardo al tablero ese colgado en la pared!”. “¡Qué esperanzas!”, le contesta el cantinero, “así como anda usted, capaz y le da a uno de mis clientes!”.
“No, te prometo que no”, le responde el borrachito, “sólo uno, tengo buena puntería”. Con tal de quitárselo de encima, el cantinero accede y con reservas le da el dardo. El borrachito, tambaleándose, cierra un ojo, luego el otro, y ¡ZAZ! lanza el dardo dándole en el merito centro de la diana. “¡Ya ves!”, le dice al cantinero, “¡tengo muy buena puntería! Ahora dime qué premio me gané”.
Esa mañana, el cantinero le había comprado a un sobrinito que cumplía años una tortuga que puso en una caja de zapatos, y como no tenía nada a la mano, le entrega la caja con la tortuga al beodo y para quitárselo de encima le dice: “Aquí está tu premio, ya te puedes retirar”.
Una semana después, estando el mismo cantinero, regresa el borrachín y se para en la barra.
“¡Aquí de nuevo, y otra vez bien pedo!”, le reclama el cantinero, “¡ya te dije que así no te puedo servir!”. “Okey, entiendo”, le responde el etilizado, “pero dame chance otra vez de tirar UN dardo al tablero”.
Sabiendo que tenía buen tino, aun en su estado, el cantinero le da el dardo. El catarrín lo toma, calienta el brazo, y ¡ZAZ!, ¡le pega en el anillo del mero centro del tablero! Voltea el beodo con el cantinero y le dice: “¿Y ahora qué me saqué?”.
El cantinero no estaba preparado para tal eventualidad, ojea su puesto sin ver nada para darle, y para ganar tiempo, le pregunta: “¿Y la vez pasada qué te ganaste?”. Le contesta el etilizado: “¡Una torta de filete!”.
Moraleja: el estado mental de cada quien le hace ver las cosas a su manera.
El grito de los trabajadores del Poder Judicial que defienden sus conquistas laborales, sus legítimos fondos de pensión, de vivienda, de seguros médicos, lo dijeron con una certera nitidez afuera del Senado ayer: “¡Señor Senador: detén al dictador!”.
Claro que los de Morena y sus aliados no hicieron caso, al contrario, de manera TRAMPOSA sumaron de último minuto a dos miembros más de su propia bancada a una de las Comisiones dictaminadoras.
Algo que muy probablemente generará una moción de ilegalidad que irá a parar a la Suprema Corte, casi seguramente.
O sea que no sólo les VIOLAN los derechos a los trabajadores del Poder Judicial, sino que VIOLAN los PROPIOS PROCEDIMIENTOS del Senado, tornando en MOFA su funcionamiento. ¡Miran con hambre la torta en donde sólo hay una tortuga!
Queda claro que existe en la Cuarta Terminación una CONSIGNA: destrozar la independencia del Poder Judicial.
Sin un Poder Judicial operante, congelado, sin dinero para sesionar, sin empleados, amenazados los jueces por el dictador y sus secuaces que parecen ZOMBIS a su servicio, se pierde por completo el EQUILIBRIO entre Poderes.
Es decir, se impone el Poder Ejecutivo por encima de los otros Poderes, a los que nuestra Constitución ordena como IGUALES e independientes. Por ello, afirmamos que tienen toda la razón del mundo los manifestantes: “¡Señor Senador, DETÉN AL DICTADOR!”.
De la Revolución a la fecha, jamás se había registrado un intento tan BURDO de sepultar nuestra democracia para dar paso a un Gobierno AUTORITARIO que pisotea y vulnera los derechos de todos los ciudadanos so pretextos basura, como ése de que los ministros ganan mucho.
Aunque fuera cierto -que no lo es- ¿acaso eso le da derecho a Obrador a ROBAR las pensiones de los TRABAJADORES? ¿Acaso resulta una excusa válida para VIOLAR la independencia de los Poderes y entrometerse en el funcionamiento del Legislativo? ¿Acaso algún ministro se ha metido a Palacio Nacional para atestiguar cómo viven el Tlatoani y su familia, cuánto gastan y quién paga el mantenimiento?
Bulear e insultar al Poder Judicial no justificará nunca las VIOLACIONES a los preceptos democráticos perpetradas por Obrador y sus secuaces: Diputados y Senadores, balines e inútiles.
Gsz