EN PLENA crisis por los efectos del huracán “Otis”, quedó claro en quién confía más Andrés Manuel López Obrador cuando se trata de sacar las castañas del fuego o, en este caso, del agua.
CON TODO y que estuvo presente en la mañanera de ayer, la titular de la Segob, Luisa María Enbalde… ejem… Luisa María Alcalde, se quedó sentada escuchando mientras la secretaria de Seguridad Ciudadana y apagafuegos oficial de Palacio Nacional, Rosa Icela Rodríguez, daba el reporte completo de lo ocurrido.
A LA secretaria de Gobernación sólo le tocó contestarle la llamada telefónica a la gobernadora Evelyn Salgado para, inmediatamente después y sin ofrecer información adicional, volver a su silla.
Y SI ALGUIEN se acordó de los principios de este sexenio cuando a la entonces secretaria Olga Sánchez Cordero le apodaban Sánchez Florero… no fue una mera casualidad.
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NO SE lo vayan a decir a nadie porque es secreto, pero trabajadores del Poder Judicial de la Federación descontentos por la desaparición de fideicomisos aprobada por diputados y senadores están explorando la posibilidad de presentar una demanda colectiva.
Y SE DICE que quien ya está preparando el documento correspondiente para acudir ante tribunales bajo esa figura que en otras latitudes es conocida como una “class action” es un ministro en retiro de la Suprema Corte.
DE HECHO, cuando se comenta en voz baja el asunto en los plantones y manifestaciones de empleados judiciales, se escucha insistentemente el nombre de José Ramón Cossío. ¿Será él quien abogue por sus ex compañeros? Es pregunta de oficio.
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LAS VUELTAS que da la vida. José María “Chema” Tapia, quien manejara el Fonden en el sexenio de Enrique Peña Nieto y fuera colaborador de Enrique Ochoa cuando presidía el PRI, ahora anda montado en la ola de la 4T.
ADEMÁS de que en redes sociales se promueve activamente para la candidatura a la alcaldía de Querétaro, en estos días anda circulando de celular en celular una foto en la que aparece con la corcholata presidencial Claudia Sheinbaum.
LA DUDA es si en Morena estarán dispuestos a postularlo sabiendo que la FGR de Alejandro Gertz lo investiga a él por lavado de dinero y a una empresa de la que es socio y que le vendió ventiladores a la Sedena durante la emergencia por el COVID-19.
A MENOS que en estos días las chamarras guindas sirvan como escudo, paraguas y salvoconducto político para librar los molestos y engorrosos procesos penales.
Gsz