El presupuesto no es sólo una colección de números, sino una expresión de nuestros valores y aspiraciones.
Jacob Lew
No hay ya ni siquiera el prurito de ocultar el manejo político del presupuesto. Los diputados de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo están proponiendo recortar los recursos de los organismos autónomos, pero solo de aquellos que le molestan al presidente López Obrador por su independencia. Mantienen en cambio los de las instituciones que han mostrado obediencia y subordinación al mandatario.
Lo peor es que, pese a que los legisladores oficialistas anunciaron que harían estos recortes para disponer de recursos para el rescate de Acapulco, en el presupuesto de 2024 no incluyeron ninguna partida para la reconstrucción, a pesar de que la propia Secretaría de Hacienda ha cifrado ya este esfuerzo en 61,312.7 millones de pesos. Los recortes a los organismos autónomos, por más de 13 mil millones de pesos, no han sido etiquetados para apoyar a Acapulco, a pesar de que ese fue el pretexto para proponerlos.
La Secretaría de Hacienda presentó un proyecto de presupuesto de 9 billones 66 mil 45 millones de pesos para 2024. Los “requerimientos financieros”, o sea, la nueva deuda que tendrá que contratar para cubrir el déficit, se ubicarán en un billón 865 mil millones. Sí, 20 pesos de cada 100 de gasto del sector público se cubrirán con deuda. Es un monto inquietante.
Los diputados del gobierno han respetado en buena medida la propuesta original de Hacienda. Los cambios más importantes son los recortes para los organismos autónomos. Al INE le están quitando 5,003 millones de pesos, 13.2 por ciento de su presupuesto, a pesar de que 2024 será un año de elecciones federales. Al poder judicial le recortan 6,465 millones de pesos o 7.6 por ciento (no incluye los fideicomisos). La Auditoría Superior de la Federación tendrá una disminución de 289 millones de pesos, 9.3 por ciento. En cambio, no tendrán reducciones las instituciones sumisas al presidente, como la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero o la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Rosario Piedra. “Son intocables los órganos aliados como la CNDH y la FGR”, ha comentado Juan Ortiz de “Lupa Legislativa”.
Los diputados oficialistas no consideraron necesario poner en el presupuesto una partida para la reconstrucción de Acapulco. Poco importa que el secretario de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, haya propuesto frente al presidente una serie de medidas para ayudar a este municipio y a Coyuca de Benítez que tendrían un costo superior a los 61 mil millones de pesos. El secretario afirmó que, si se necesita más dinero, simplemente se ampliará el gasto. Junto con los diputados manda el mensaje de que no es necesario presupuestar nada porque el gobierno gastará lo que quiera y como se le antoje.
Para el rubro de desastres naturales, lo que antes era el fideicomiso del Fonden, se están presupuestando 17 mil millones de pesos. Pero eso está lejos de los más de 61 mil millones de pesos que Hacienda pretende gastar solo en la reconstrucción de Acapulco. El presupuesto aún no se vota en el pleno y ya sabemos que se necesitarán esos recursos para la reconstrucción. Habría que presupuestar las cifras y después exigir que no se desvíe nada y que el gasto se haga de la forma más eficaz posible.
El problema es que a los diputados oficialistas no les interesa tener un presupuesto realista, solo reproducir y magnificar los mensajes políticos del presidente. Castigar a los órganos autónomos que no han cedido a las presiones del gobierno es lo importante. Por eso hay que recortar el dinero del poder judicial y el INE. Acapulco es una simple excusa.
Académicos
Nuevamente un tribunal federal ordenó a la FGR que decrete el no ejercicio de la acción penal contra un grupo de académicos que trabajaron en el Conacyt. María Elena Álvarez Buylla, directora del ahora Conahcyt, los acusó incluso de delincuencia organizada. Una y otra vez se ha demostrado que fueron acusaciones políticas.
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Gsz