POR DONDE se le vea, la maroma de Arturo Zaldívar al pasar de ministro de justicia a integrante de la campaña de Claudia Sheinbaum se percibe como una nueva amenaza para el Poder Judicial, que tan golpeado ha sido por la 4T.

PRIMERO, porque la discípula de AMLO ha venido insistiendo en lo mismo que el Presidente: en someter al Poder Judicial con el pretexto de democratizarlo. Es decir, una de sus banderas es que los ministros de la Suprema Corte surjan de una elección, como si la justicia fuera un asunto de dedos alzados… ¡o de popularidad!

TAL PARECE que Zaldívar tratará de hacer desde un comité partidista lo que no logró como ministro presidente de la Suprema Corte: subordinar a los jueces a la política que dicte el Ejecutivo.

POR el otro lado, ante la salida de Zaldívar la mayor preocupación es -o debería de ser- ¿quién va a llegar en su lugar? El Presidente ha sido claro en nominar como ministras y ministros a quienes considera sus incondicionales, prácticamente sus súbditos. De ahí que cuando Margarita Ríos-Farjat ha ejercido la autonomía judicial, López Obrador dice que se equivocó al nombrarla.

EL PRESIDENTE quiere en la SCJN gente como Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel: que a todo le diga que sí y a nada le diga que no. Igualito que Arturo Zaldívar. Diría Taylor Swift: “Oh, my God, look at that face; You look like my next mistake”.

 

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NO FUE APROBADO para el cargo, pero lo está ejerciendo por debajo del agua. Se trata de Flavio Cienfuegos, quien fue rechazado por el Consejo General del INE como secretario ejecutivo, la principal figura operativa del instituto.

LO HACE desde su posición como jefe de Oficina de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei. Desde ahí, cuentan, presiona a directores de área, da órdenes a la estructura administrativa y dispone en las diversas áreas del instituto.

CURIOSAMENTE lo ven muuuy seguido en reuniones con los representantes de Morena, sobre todo antes de sesiones clave en el INE. ¿Sana distancia? ¿Qué es eso?

 

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TIC, TAC, TIC, TAC… Mañana jueves es el Día D para Marcelo Ebrard, según les dijo a sus colaboradores. Es cuando espera y exige una respuesta de Morena a sus denuncias de actos irregulares y abusos presupuestales durante el proceso interno que derivó en la postulación de Claudia Sheinbaum.

¿QUÉ PASARÁ si la dirigencia morenista no satisface los reclamos de Ebrard? Pues tendrá que decidir si se queda en tan triste papel. Y ya se sabe que en Movimiento Ciudadano lo esperan con los brazos abiertos. Quienes saben del acercamiento dicen que, en una de ésas, el ex canciller le deja la candidatura presidencial a Samuel García y se convierte en uno de los estrategas naranjas hacia 2024. Hagan sus apuestas.

 

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