Hace poco más de dos años me referí en estas páginas a la historia de Elizabeth Holmes, quien orquestó uno de los fraudes millonarios más impactantes de los últimos años en Estados Unidos (“El fraude actual más espectacular” AM 19/09/2021); es momento de que los amables lectores conozcan cuál fue la conclusión de este evento que afectó a cientos de personas, entre inversionistas y pacientes que fueron mal diagnosticados por la brillante joven fundadora del laboratorio “Theranos”, que había patentado una revolucionaria tecnología con la que supuestamente se podían hacer completísimos análisis a partir de una sola gota de sangre.
Elizabeth Holmes era una estudiante de la Universidad Stanford que decidió abandonar sus estudios a los 19 años para fundar la empresa “Theranos”, de Biotecnología; junto con Ramesh Balwani, su pareja de entonces. Para el primer año ya habían recaudado más de 700 millones de dólares de diversos inversores y Wall Street valoraba a “Theranos” hasta en 9,000 millones de dólares, algunos medios de comunicación han filtrado información que para el año 2014 amasaba una fortuna estimada en 4,000 millones de dólares; todo un milagro de empresaria, para ese entonces ya la comparaban como una nueva “Steve Jobs” y transformó su imagen pública, evolucionando su voz hacia otro tono, su postura, su mirada y un guardarropa de color negro similar al magnate de la manzana.
Para el año 2018 el Departamento de Justicia de Estados Unidos, presentó acusación en contra de Holmes y de su socio Balwani, con doce cargos o delitos entre los cuales sobresalen los de fraude, manipulación de pruebas, más la posibilidad de perjuicios a cientos de clientes mal diagnosticados, al comprobarse que la máquina con tecnología de punta que promovió el laboratorio “Theranos” para detectar padecimientos mediante análisis de sangre a partir de una gota, no era eficaz ni era un invento milagroso como ella lo proclamaba.
Después de un largo proceso de investigación, el juicio contra Holmes comenzó hasta la segunda mitad de 2021, y en enero de 2022 el jurado la encontró culpable de la acusación por fraude, estafa y corrupción. Sin embargo, fue hasta noviembre del año pasado cuando un juez la condenó a once años y tres meses de prisión. Además, deberá indemnizar con 452 millones de dólares a los inversores de “Theranos” que resultaron defraudados. Su ex pareja y ex socio Balwani también fue encontrado culpable de los cargos que se le imputaron y condenado a trece años de prisión.
El pasado mes de mayo, Elizabeth Holmes, quien hasta esa fecha había permanecido en libertad bajo fianza en su domicilio en San Diego, California, se entregó voluntariamente al Departamento de Justicia para ser ingresada en una prisión de mínima seguridad localizada en el condado de Bryan Texas, una población cercana a la ciudad de Houston, en donde permanecerá por el tiempo que dure su condena, la cual podría ser reducida si alcanza ciertos beneficios, como demostrar buena conducta y acogerse a un programa de empleo en prisión, además de tres años de libertad condicional que le fueron otorgados por el Juez en caso de que obtenga su libertad anticipada.
Es un centro de reclusión que el Juez del proceso eligió por su ubicación y facilidades de visita, al ser de mínima seguridad significa que las reclusas que ahí se encuentran cumplen condenas por delitos no violentos, no graves o de los llamados de “cuello blanco”; además la prisión cuenta con áreas recreativas donde Holmes, quien tiene dos hijos pequeños, podrá seguir conviviendo los fines de semana y días festivos hasta que cumplan los diez años de edad.
Este será el destino que le aguarda a la presa más célebre que habita en la prisión de Bryan, Texas, otrora poderosa empresaria de biotecnologías que engañó a Silicon Valley y a importantes magnates financieros y políticos de Estados Unidos hasta que su imperio, construido sobre una farsa se derrumbó, como un ídolo con pies de barro, el crimen no paga.
RAA