Tengo amigos en Monterrey y en San Pedro Garza, ninguno de ellos está contento con Samuel García y no entienden cómo es posible que alguien que tiene a su estado en situación deplorable, ahora pueda ser candidato a la Presidencia de la República.

Por lo menos en los dos años recientes, Nuevo León volvió a tener una crisis de inseguridad y violencia que ha escalado en los últimos meses, con balaceras, homicidios y delitos patrimoniales en plena zona conurbada.

Aunado a lo anterior, Nuevo León está en situación terrible en cuanto a seguridad hídrica, en pérdida de biodiversidad, en calidad del aire y en manejo de residuos, en los que faltan políticas públicas efectivas, porque la población ya hace su parte en cuanto a la cultura ecológica.

Si en Guanajuato tenemos problemas de agua, especialmente porque nuestras presas no llegaron ni al 50 por ciento de sus capacidades en esta temporada pluvial, en Nuevo León el problema se puede multiplicar al triple, porque hablamos de que está en la región de Aridoamérica.

Con demagogia no se arreglan los problemas ni haciendo muchos tik toks o videos en Youtube, como suele hacerlo Samuel García, y tampoco va a engañar a todo un país, como pretende con su campaña publicitaria de que es “El Nuevo”, pero lo novedoso suele ser efímero en el gusto de la gente.

No porque sus videos en Facebook tengan infinidad de vistas, ni porque tenga dos y medio millones de seguidores, por encima de los que tienen Claudia y Xóchitl, las otras precandidatas a la Presidencia, va a poder engañar a más de 100 millones de mexicanos.

La democracia no es perfecta y en Nuevo León vemos el ejemplo, dicen mis amigos, porque la gente llevó primero al Bronco al poder y luego a Samuel García, que no se puede negar que su presencia renovara la política mexicana, pero no por eso van a ser verdaderos estadistas.

De hecho, la que indujo a Samuel García a las redes sociales fue su actual esposa Mariana Rodríguez, y se puede decir que ella lo llevó a los cargos políticos que ha tenido.

El señalamiento de Samuel de que no iba a buscar la candidatura a la Presidencia de la República, se quedó en una mentira porque solo bastó que López Obrador le guiñara el ojo para que tanto él como Movimiento Ciudadano lo determinaran como candidato único.

Samuel ha demostrado que es nuevo en buscar soluciones a los grandes problemas de su entidad, pero también ha dado muestras de que parece un dinosaurio, que se sabe todas las trampas y marrullerías de los antiguos dinosaurios.

Sin embargo toda acción tiene una reacción, pero en sentido contrario, porque todo parece revertirse. Pretendió manejar los tiempos a su conveniencia en cuanto a las solicitudes de licencia de su cargo, para irse de campaña.

Hoy Nuevo León está sumido en una crisis política que se junta con sus otras crisis, por la necesidad de que se nombre a un gobernador interino o sustituto y la disputa es si es alguien de MC o de los partidos que son oposición, pero que tienen mayoría en el Congreso.

Samuel García demostró que a él tampoco le pueden salir con que la ley es la ley, porque las reformas y leyes que ha emitido el Congreso, él no las ha publicado en el Periódico Oficial del Estado, a no ser que sean las que sí le convienen.

Samuel miente cuando dice que “tres encuestas” ya lo posicionan en segundo lugar, porque una cosa es que sus videos tengan más vistas y reproducciones en redes, al hecho de que avance en las preferencias electorales. Al día de hoy el panorama se ve distinto y difícil para Samuel.

Es posible que pueda repuntar del siete u ocho por ciento  en el que está ahora, o quizás más,  dependiendo de las campañas, pero otra cosa es que pudiera ganar, “Dios nos libre”,  dijo uno de mis amigos norteños… en fin, la historia apenas comienza.

 

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