Por el simple hecho de que cerca de la mitad de la población de México no quiere ver a nuestro País convertido en una dictadura, en una “democracia” dominada por un solo partido y la voz de un quasimesías tropical, es que muchos anhelamos ver una sana competencia política.
En este sentido, la más reciente encuesta de preferencias electorales de este su periódico, con un margen de error de un +-3.8 %, ha generado desánimo en algunos gremios.
Veamos la encuesta: en números redondos, un 51 por ciento prefiere a Morena, y atrás con un 39 por ciento sumado colean los partidos del Frente Amplio Opositor (PAN-PRI-PRD). Esto en cuanto a la preferencia partidista.
Al enfrentar a los candidatos, la Dra. Claudia Sheinbaum puntea con el 46 % de la preferencia, seguida no muy de cerca por la Ing. Xóchitl Gálvez con un 25 % (bajó de un 27 por ciento de agosto) y en tercero el ya eliminado Samuel García, con un 14 %.
La gran pregunta, eliminado ya de la contienda el tres veces doctor en derecho García, es: ¿hacia dónde gravitará ese 12-14 % de los votos que juntó?
En una de sus aburridas peroratas mañaneras, el Emperador de Macuspana afirmó con su habitual y fingida risita burlona que a los “conservas” les molestaba la candidatura de García porque le peleaba a Gálvez el voto de la clase media (la cual él desprecia).
Si en esto tiene una pizca de razón el Tlatoani, la suposición es que cuando menos parte de los votos que de otra manera hubiese captado García se irá con el otro “imán” del voto de la clase media: la señora Gálvez.
Claro, sólo otra encuesta dentro de un mes podrá determinar si esta “transferencia” hacia la otra opción “anti4T”, antidespotismo, antisocialismo, será de 5, 7 o 10 % de quienes estaban con la opción del joven Samuel y que ya no la tendrán.
Pudiera ser que una porción de ese voto se vaya con la Sra. Sheinbaum, que a sus 62 años podría aún considerarse “joven”.
Esto tomando en cuenta que como partido -sorry, señor Delgado- MC casi ni pinta, pues sólo el 7 % de los potenciales votantes lo consideran opción, ¡y esto con el candidato fuerte, con la pareja sensación, los jóvenes tiktokeros Sami y Marianis! Con cualquier otro este número seguramente bajará, por ello es que tomamos en cuenta sólo los votos de García.
Otro punto interesante, que marca una diferencia importante y significativa por aquello de la conformación de la futura Legislatura, es que la Dra. Sheinbaum reúne menos votos que Morena. Esto en contraste con su jefe y mentor, quien acaba de afirmar que “la quiere mucho”.
Veamos: Morena por sí solo arrastra al 51 % del electorado; Claudia Sheinbaum jala menos votos que su partido, sólo 46 %, pero su mentor acapara el 62 % de la aprobación del respetable.
La conclusión es que el Tlatoani “jala” a Morena, pero la pupila Sheinbaum lo frena: ese 5 % de diferencia que vota por Morena, pero no por Sheinbaum ¿por quién se inclinará?
Por supuesto que apenas inicia el proceso electoral, las cosas irán cambiando, sobre todo que la contienda hoy vuelve a ser sólo entre mujeres, una contienda de dos, no de tres, algo que sin duda conforme avancen las campañas incrementará su importancia e incidencia en el mismo.
Da la impresión que la de la Dra. Sheinbaum ya está muy hecha, mientras que la señora Gálvez inició con un campanazo con sus timbrazos a las puertas de Palacio Nacional, pero luego como que se arranó.
Lo cual es lógico, pues su “equipo” aún no se arma, está rodeada de una que otra cara fresca entre muchos cartuchos quemados; por otro lado, no jala el experimento de intentar formar un equipo cohesivo integrado por PRI y PAN.
Por otra parte, hasta la fecha no hay mensaje, no hay buena difusión de propuestas, les falla la organización de eventos.
Se sabe que no está captando recursos de manera importante, por lo cual no puede competir contra su rival que tiene el apoyo del que la quiere, el aparato federal y las 23 Gubernaturas que están a su servicio.
Fuerte desventaja para Gálvez, a la que tendrá que encontrar la forma de superar, esto reclutando mucho, pero sobre todo, reclutando bien, pues urge darle la vuelta al panorama: ¡pero ya!