La familia es el núcleo de la sociedad, es el lugar donde la persona conoce los valores humanos, sociales, morales, culturales e incluso los religiosos, y con base en ellos aprende a relacionarse socialmente. Por desgracia, la violencia con frecuencia comienza en el hogar, el lugar donde se espera que todos los miembros de la familia reciban cuidados, respeto, amor y aceptación. Lastimosamente es en este espacio donde suelen reproducirse estereotipos culturales violentos socialmente normalizados, y donde la violencia es aprendida a través del modo en que se relacionan sus integrantes y se exterioriza con familiares, amigos y otros miembros de la sociedad, en donde la agresión constante es una forma de vida.

     En el 2022 los reportes al número de emergencia de atención a la violencia familiar incrementó un 23.78% en comparación con el 2021 según informe de la Secretaría de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana. Al cierre del 2022 se atendieron 76,994 llamadas de atención psicológica y 54,765 reportes pre-hospitalarios. El Instituto Municipal de las Mujeres de León señaló que en el 2021 tuvieron un acumulado de 7,688 atenciones, mientras que en tan solo nueve meses del 2022 se dieron 8,764 resultando entre un año y otro con 1,076 atenciones más.

    La violencia familiar encuentra su origen en patrones de relaciones desiguales en las que hay un abuso de poder sustentado en la figura patriarcal, a la cual se le otorgaba la calidad de dueño de la familia y de disponer como lo considerara conveniente tanto de los bienes como de sus miembros que se encontraban bajo su potestad.

       Con base a esta problemática, la asociación Más por las Mujeres, A.C. inició un proyecto de educación desde temprana edad con el fin de erradicar los estereotipos de género que provocan violencia, y promover formas de relación respetuosas y afectivas para la sana convivencia en el entorno familiar. Para ello, se diseñó una presentación de teatro interactivo con la obra “Abrazo de oso o rugido de león” que a través de Leoncio león y de Oswaldo oso se reflexiona sobre las masculinidades negativas y actitudes machistas que son necesarias cambiar para fomentar el respeto, cariño y amabilidad con las y los integrantes de la familia.

    La obra se ha presentado en diez escuelas ubicadas en Villas de San Juan, Las Joyas y San Juan de Abajo en León. Después de las presentaciones, niñas y niños hablan sobre cómo es su relación con su papá y muchos lo comparan con el violento y gritón león, manifestando su deseo de tener un papá cariñoso como el oso.  Su gran temor cuando ven ese comportamiento violento en casa es que sus padres se separen o que la mamá sea lastimada. En este espacio de reflexión sobre el comportamiento masculino, se analizan los  efectos del comportamiento autoritario, controlador, violento y bravucón. Los niños se ven influenciados socialmente a seguir patrones de conducta que conducen a la violencia, agresividad y a vivir situaciones de riesgo. Debemos trabajar en la construcción de personas que valoren el afecto y sean más libres en la expresión de estos sentimientos. Este proyecto tiene como objetivo general construir una cultura de paz y respeto dentro del hogar.

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