¡ESTO sí que es un PRI-Mor! La adhesión de un grupo de destacados priistas al equipo de Claudia Sheinbaum llama la atención por muchos motivos, pero más porque se trata de fichajes enfocados a darle a Morena mayor operación política territorial.
NADIE en el PRI o fuera de él pensaría que Eruviel Ávila, Adrián Rubalcava o Alejandro Murat son hermanas de la caridad. Si son recibidos con fanfarrias en Morena es porque evidentemente le aportan a la candidata algo más que el nombre.
LOS TRES llegan por la puerta del Partido Verde, lo cual es importante pues los tucanes se han ido metiendo en el equipo de campaña, desplazando, inclusive, a cuadros morenistas.
EN EL CASO específico de Eruviel, se dice que llega para cubrir el hueco que dejó Higinio Martínez, líder mexiquense, quien recientemente rompió con la gobernadora Delfina Gómez.
A VER cómo le funcionan estas primorosas adhesiones a Claudia Sheinbaum. Por lo pronto, los ahora ex priistas ya quedaron purificados con las aguas del bautismo de la 4T.
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EN LAS FILAS de Movimiento Ciudadano sigue el novelón de Nuevo León. Y es que, luego de que al gobernador Samuel García se le cayó la candidatura presidencial, su esposa, Mariana Rodríguez, anunció su postulación como alcaldesa de Monterrey.
SIN EMBARGO, la primera dama nuevoleonesa no cuenta con residencia en la ciudad que quiere gobernar, aunque ella y su marido insisten en que sí… pero hasta ahora no han presentado documento alguno que lo confirme.
AYER el propio Luis Donaldo Colosio salió a decir que su comadre Mariana sí tiene su credencial de elector con domicilio en Monterrey, pero tampoco ofreció pruebas. Y para colmo, la propia precandidata indicó en el instituto electoral que su domicilio para notificaciones es… ¡la sede de Movimiento Ciudadano!
EL SOSPECHOSISMO sigue, pues ahora Mariana Rodríguez tiene tres domicilios conocidos: su casa en la que tiene años viviendo en otro municipio; la residencia que dice tener en la capital del estado, y ahora resulta que recibe correspondencia en las oficinas del partido. ¡Qué desgarriate!
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OJALÁ que en esta Navidad, Santa Claus le traiga a Guadalupe Taddei una buena dosis de habilidades negociadoras, porque la consejera presidenta del INE no ha podido convencer a sus colegas de nombrar a funcionarios clave del instituto.
FALTAN tan sólo seis meses para las elecciones más grandes de la historia y en el INE siguen con equipo incompleto, por la imposibilidad de llegar a acuerdos entre Taddei y la mayoría de los consejeros electorales. Ante esto nadie puede decir: jo, jo, jo.