¿Grandeza de México?
El 20 de diciembre, al mismo tiempo que las autoridades celebraban 200 años de Guanajuato como estado libre y soberano y presumían ser “Grandeza de México”, cientos de salvaterrenses salían a las calles a llorar a sus muertos y pedir justicia.
Este miércoles por la tarde familiares, amigos y ciudadanos dolidos por la cobarde masacre que terminó con la vida de 11 jóvenes de este municipio el domingo por la madrugada al celebrar una posada en la exhacienda de San José del Carmen, se armaron de valor para marchar por las calles del Centro de este Pueblo Mágico (que más bien es trágico).
La marcha fue encabezada por la familia de Thalía Cornejo, una de las víctimas. El padre de Galileo Almanza, otro de los fallecidos, realizó el último pase de lista de los 11 (nueve eran hombres y dos mujeres), exigió justicia y expresó “queremos paz”.
En la transmisión que hizo AM de la marcha, así resumió una mujer lo que sienten: “Desafortunadamente somos noticia mundial, y no por su pinche grandeza que dicen…Tenemos miedo de salir a la calle, tenemos miedo de estudiar, tenemos miedo de trabajar”.
“Esto es una demanda en contra del Gobierno, no solo Municipal, sino Federal y también Estatal, porque nos han dejado solos”, expresó.
Ese mismo día 20 las autoridades no se cansaron de celebrar, primero con una sesión solemne de los 200 años de Guanajuato como estado, en el Palacio Legislativo; después otra sesión solemne de la Comisión de Celebraciones por los 200 años, en el Museo Palacio de los Poderes (antigua sede del Congreso); y también una Misa de Celebración en la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato.
En todos estos eventos estuvo el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, quien al llegar a la sede legislativa evadió hablar sobre la masacre. Un día después, en el arranque de una obra en la ciudad de León, fue lo mismo.
La Fiscalía General del Estado emitió un comunicado la noche del 18 y el fiscal regional C, Navigio Gallardo, salió en redes sociales a dar un mensaje de 1 minuto el día 19 para decir que recabaron elementos balísticos que corresponden a siete armas de fuego que también fueron utilizadas para cometer otros delitos en la región.
Refirió la versión que AM reveló a través del crudo relato de un testigo sobreviviente de esta masacre: que al lugar llegaron personas no invitadas a la fiesta, los asistentes les pidieron retirarse, ellos se fueron y regresaron con más a disparar.
Hasta ahí estamos hasta hoy. No hay más información y no hay ningún detenido.
Reparto de culpas y no vemos la salida
Lo demás es lo de siempre: el presidente Andrés Manuel López Obrador vinculando todo lo que pasa al alto consumo de drogas y lanzándose en contra del fiscal Carlos Zamarripa. La oposición local culpando al Estado por las omisiones y el tronante silencio.
La autoridad estatal, en voz del secretario de Gobierno, Jesús Oviedo, solo atina a esperar que la Fiscalía haga justicia, que están en apoyo a las familias de las víctimas y dicen coordinarse con otros niveles de Gobierno para dar resultados.
Masacre tras masacre, muertos y más muertos, mujeres, jóvenes, niños, policías asesinados. Y no hay respuestas. Las autoridades de todos los niveles navegan hacia el final de sus gobiernos preocupados y ocupados en ganar elecciones.
En medio de todo esto la precandidata del oficialismo, Libia García, promete cambios en seguridad y en muchas otras cosas, sin aclarar aún de qué se trata.
Cuando le preguntan sobre el respaldo al secretario de Seguridad, Alvar Cabeza de Vaca, y al fiscal general Carlos Zamarripa, no es tan directa, pero habla entrelíneas: “No me temblará la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar y cuando estoy ofreciendo un cambio para Guanajuato en sí misma viene la respuesta”.
El relevo de mandos no es una solución mágica, lo sabe bien Libia, pero sí puede ser una primera señal de voluntad de diseñar una nueva estrategia con cambios de fondo en: prevención, inteligencia, tecnología, investigación, coordinación, etc.
Este año Guanajuato ya rebasa las 3 mil víctimas de homicidio doloso, y, como es desde el 2018, terminará el año como el estado con más muertos. Una cosa está clara: TODOS son responsables de esta tragedia, que nadie tire la primera piedra.
Presupuesto, con espíritu navideño
A diferencia de lo ocurrido en diciembre de 2022, cuando en el Congreso del Estado se vivieron un par de semanas de “gritos y sombrerazos” entre los diputados panistas y sus tres aliados del PRI, frente a sus homólogos de la oposición: Morena, PVEM, MC y la entonces priista Yulma Rocha, en este año todo fue tersura, diálogo y acuerdos que posibilitaron una pacífica sesión de aprobación del Presupuesto de Egresos para 2024 el lunes pasado.
Enmedio de ambos bandos legislativos estuvo, los dos años, Juan Pablo Delgado Miranda, director de la asociación civil Amicus de defensa de los derechos de la comunidad LGBTI, también como protagonista de uno de los pleitos que se vivieron hace un año, y de los consensos que se alcanzaron en éste.
Recordemos un poco lo que pasó a finales de 2022 y luego le diremos cómo cambió el escenario 12 meses después.
En marzo de 2022, Amicus ganó un amparo contra el Congreso local. El juez federal ordenó al Poder Legislativo que le tenía que destinar presupuesto a la comunidad LGBTI en ese mismo año. El Congreso apeló, perdió la impugnación en septiembre y a pesar de eso, durante meses le dio largas al cumplimiento de la sentencia.
Así que a principios de diciembre, en virtud de que veía que los diputados panistas, que por ser la mayoría parlamentaria son los que deciden qué pasa y qué no- no tenían la menor intención de “etiquetar” un solo peso para esa población vulnerable-, Juan Pablo se vio en la necesidad de juntar a algunos activistas de la diversidad sexual e ir a apostarse al área del público del salón de sesiones durante una sesión del pleno del Congreso y hacerse notar, incluyendo que él tomara un megáfono para pedir a los diputados que cumplieran la sentencia judicial.
Solo así, presionándolos, los obligaron a sentarse a dialogar. De tal manera que, el 11 de diciembre, Víctor Zanella Huerta, presidente de la Comisión de Hacienda, que ya tenía lista la aprobación del dictamen del Presupuesto de Egresos, lo frenó y tuvo que declarar un receso para escuchar a la comunidad LGBTI.
Fue así que un grupo de funcionarios estatales y diputados panistas tuvieron que sentarse a escuchar a Juan Pablo Delgado en una reunión privada en Hotel Hotsson, el 12 de diciembre por la noche. Ahí estaban: Luis Ernesto Ayala, Víctor Zanella, Martín López Camacho, Raquel Barajas, entonces coordinadora general Jurídica, Enrique Ayala y Soledad Luévano, de la Jefatura de Gabinete; Edmundo Soto, subsecretario de la Secretaría de Finanzas.
Salieron con lo que todo mundo supimos aquel día: que se incluiría un artículo transitorio en el Presupuesto de Egresos del Estado de 2022 para destinarle presupuesto a la comunidad LGBTI.
Y en virtud de eso, sucedieron dos cosas: en la sesión del pleno del 19 de diciembre, el diputado Verde Gerardo Fernández presentó una modificación para que se destinaran 7 millones para la contratación de un estudio de necesidades de este grupo poblacional en 2023. Esto fue el segundo acuerdo de la reunión.
Y el 31 de diciembre se contrató la primera parte de dicho estudio, que se ha llevado a cabo todo el año y aún no termina, bajo la batuta del Iplaneg.
¿Cómo surgió la idea de la Clínica LGBTI?
Le contamos toda esta historia, porque es importante para lo que sucedió ahora en la sesión del 18 de diciembre pasado. Y para que note el contraste de entonces a ahora.
Lo que no se dijo entonces, es que en aquella reunión nocturna de hace un año, el tercer acuerdo fue que una vez terminado el estudio-diagnóstico, se aplicaría una política pública resultante del mismo.
Ya en 2023 se creó un “grupo monitor” para darle seguimiento a la elaboración del estudio-diagnóstico, formado por: Graciela Amaro, directora del Iplaneg; Enrique Ayala, de la Jefatura de Gabinete; Vicente Esqueda, procurador de los Derechos Humanos del Estado; Juan Pablo Delgado de Amicus y otras tres organizaciones de la sociedad civil.
A la fecha se han concluido tres de los cuatro componentes del estudio-diagnóstico, pero de su aplicación se han desprendido tres grandes conclusiones sobre las principales peticiones de la comunidad LGBTI: en primer lugar, salud pública, en segundo procuración de justicia y en tercero, cese del acoso escolar.
A partir de eso, el “grupo monitor” tuvo una reunión hace alrededor de dos meses para pedir que la Jefatura de Gabinete tuviera a su vez reuniones con la Fiscalía y la SEG para atender esas demandas.
De ahí surgió la idea de crear una partida para dentro del Presupuesto de Egresos del año próximo para elaborar el proyecto ejecutivo de una Clínica LGBTI, que por cierto, ya traía Juan Pablo Delgado desde el año pasado que ganó el amparo para que el Poder Legislativo le destinara presupuesto a esa comunidad.
Sin embargo, como a principios de diciembre ya se acercaba la aprobación del Presupuesto de Egresos para 2024 en el Congreso, había que definir cuánto y cómo etiquetar ese recurso. Desde el 24 de noviembre que llegó la propuesta al Legislativo, se empezaron a analizar esos temas.
Los 10 millones de pesos se definieron hace unos 10 días en reuniones entre Graciela Amaro, Enrique Ayala, Edmundo Soto, Martín López y Juan Pablo Delgado. La cantidad la planteó la Jefatura de Gabinete, a cargo de Juan Carlos “Charly” Alcántara, pero que para este tema ya dijimos que está comisionado Enrique Ayala.
Además se decidió que fuera el diputado Martín López Camacho quien presentara la propuesta de traspaso presupuestal ante el pleno, pues fue él el año pasado el único panista que desde el primer momento tuvo la apertura de escuchar y atender las peticiones de Juan Pablo Delgado.
De ahí en adelante, solo fue que la oficina de “Charly” Alcántara “bajara” la línea a los restantes 20 diputados panistas y que Luis Ernesto Ayala les planteara el asunto a sus aliados priístas y a la oposición, que por supuesto lo vieron con buenos ojos y lo aprobaron sin discusión ninguna.
Por todo el seguimiento, acuerdos y reuniones referidos, fue que el traspaso presupuestal de los 10 millones para elaborar el proyecto ejecutivo de una Clínica LGBTI pasó como cuchillo en mantequilla en la larga sesión del lunes pasado que duró ocho horas sólo para aprobar el Presupuesto de Egresos de 2024.
Bancada de Morena, cambio de actitud
Por otro lado, la bancada de Morena cambió radicalmente la actitud que tuvo los dos primeros fines de años, sobre todo al inicio de esta Legislatura, en 2021, de no negociar absolutamente nada con el PAN, y que les traía como consecuencia quedarse con las manos vacías.
En esta ocasión, afirma David Martínez a AM, tampoco negociaron ni cedieron nada, pero sí dialogó con la mayoría, y consiguió buena parte de lo que buscaba.
El jueves 14 de diciembre, el coordinador morenista le entregó a Luis Ernesto Ayala, su homólogo panista, una lista de los traspasos presupuestales que quería hacer. La respuesta fue que lo consultaría con su fracción.
Y el lunes le respondió que “pasaban” las 10 propuestas, por un total de 29 millones 900 mil pesos destinados a: atender violencia contra mujeres y niñas, en una parte para refugios de ellas, migrantes en tránsito, un programa para que ancianos puedan escuchar bien y un programa hospitalario.
A pesar de esta cesión panista, que no obstante fue insignificante frente a los 117 mil millones de pesos que componen el presupuesto total estatal, por lo cual no le costó nada, el coordinador morenista le advirtió a Ayala Torres que eso no significaba que lo aprobarían en lo general, porque efectivamente “los morenos” lo votaron en contra, así como la Ley de Ingresos, porque consideraban que había muchas inequidades y desigualdades, por ejemplo, los mil 500 millones para las Tarjetas Mujeres Grandeza, o las raquíticas cantidades para buscadoras, migrantes, ancianos, el campo, entre otros, que señaló Martínez Mendizábal en la tribuna.
Hubo otras tantas propuestas que no les aceptaron, pero ya habían conseguido parte de lo que les interesaba. Y eso ya es ganancia.
Además, se logró la ventaja, para todos, de que no hubo pleitos ni confrontaciones como en diciembre del año pasado.
Amor y paz.
RAA