¡Celebramos 200 años de la creación de Guanajuato! ¡Qué orgullo!
Y para festejar con más conciencia, quiero hacer una pequeña reseña histórica, porque aunque vivimos aquí y muchas veces no conocemos toda la historia.
Guanajuato viene del purépecha o de los michhuaques (de Michoacán) Quanxhuato que significa “lugar montuoso de ranas” o “lugar de muchos cerros”.
Debe su fundación a los reales de minas del siglo XVI que al paso del tiempo la convirtieron en el centro minero más importante de la Nueva España.
Tenemos pasado mesoamericanos y aridoamericano, en las que poseemos zonas arqueológicas tan importantes como el Cóporo y su influencia teotihuacana; o Plazuelas, Peralta, Cañada de la Virgen y Arroyo Seco.
La demarcación del hoy estado de Guanajuato correspondía a la Gran Chichimeca (huastecos, otomíes, matlatzincas, purépechas y otros grupos) y fue conquistada por Nuño de Guzmán Beltrán, militar que la tomó a nombre del rey de España y con esto iniciaría la Nueva Galicia, entre 1529 y 1536.
Por Nueva Galicia se entiende los actuales estados de Jalisco, Nayarit, Aguascalientes y Zacatecas, llamadas provincias mayores; y su fundación se realizó bajo patrocinio real con el objeto de compensar el creciente poder del bando de Hernán Cortés.
El primer español en explorar nuestro territorio fue Antonio de Carvajal en 1523, con el objetivo de repartir las encomiendas.
El primer asentamiento español fue Acámbaro, en 1526, y se realizó para establecer una base de operaciones militares que abasteciera las posibles incursiones de los conquistadores.
Entre los indígenas evangelizados estuvo Conín, quien recibió el nombre de Hernando de Tapia.
Un factor determinante en la conquista de Guanajuato fue la expansión de las comunidades del ganado traído por los españoles a las fértiles llanuras del Bajío; así como la explotación de las vetas de plata descubiertas por Juan de Jasso.
La minería era una actividad casi desconocida entre los antiguos pobladores, que fue muy importante y buscada por los ibéricos, quienes supieron explotar las minas, entre ellas las de Cata, Reyes y Valenciana.
En 1541, el virrey Antonio de Mendoza le otorgó la zona de Quanaxhuato, castellanizada como Guanajuato, a Rodrigo Vázquez, para recompensar sus servicios durante la conquista.
En 1546 se le nombró “Real de Minas de Guanajuato” y en 1548 ante la llegada del primer alcalde del ayuntamiento Perafán de Rivera, la ciudad toma el nombre de “Santa Fe Real de Minas de Guanajuato”.
Junto con ella, se fueron fundando una serie de asentamientos permanentes con fines colonizadores para el desarrollo de las actividades tanto ganaderas como agrícolas, artesanales, de abastecimiento, de paso y defensa para los exploradores, tanto para la vida aquí como para llegar a Zacatecas, el otro gran centro minero del Virreinato, y comunicarlas con Michoacán, Guadalajara y la Ciudad de México.
Así se fundaron San Miguel el Grande (1542), San Luis de la Paz (1552), Celaya (1570) y León (1576), todos a la distancia de un día a caballo para poder repostarlos. Y después, al descubrirse los centros mineros de la Sierra Gorda, se siguieron creando caminos y ciudades como Xichú, Atarjea, Santa Catarina y Victoria, lográndose establecer el “Camino Real de Tierra Adentro o Ruta de la Plata” que enlazó comunidades mineras con las abastecedoras que atravesaron la mayor parte de la Nueva España, desde Santa Fe de Nuevo México (EUA) hasta la Ciudad de México.
En 1786, con las Reformas Borbónicas de Nueva España, se estableció una nueva organización territorial a base de Intendencias.
De esta manera, por primera vez en la historia, la mayor parte del actual territorio quedó integrado como Intendencia de Guanajuato (Continuará).
?¿Interesante, verdad, estimado lector? Creo que es muy importante conocer nuestra historia para valorarla y con ella, valorarnos; de igual forma para no repetir los errores y mejor exponenciar las cosas buenas que se realizaron.
?Les deseo que la paz y la esperanza renazcan en el corazón de cada uno para que podamos contagiarlas a quienes nos rodean y logremos tenerlas tanto en nuestro amado Guanajuato como en nuestro querido México.
P.D. Con datos de Wikipedia y Diccionario Larousse.