En el año de 1996, siendo presidente de Coparmex en León, me tocó asistir a la toma de protesta de Lucrecia Medina Plascencia, como primera presidenta de la entonces Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE) en León, que a la postre se transformó en lo que hoy es la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME). El evento fue en el hotel Real de Minas, y aún recuerdo parte de su discurso, el cual empezaba con algo así como “las mujeres somos la mitad de la población y, por lo tanto, somos la mitad de la solución”.
En mi opinión, a partir de ese evento se marcó la participación institucional empresarial de las mujeres en nuestra ciudad, y de ahí fueron ocupando varias posiciones de liderazgo en muchos de los consejos ciudadanos que actualmente existen en la ciudad, siendo que hoy en día las mujeres presiden organismos e instituciones importantes como el Implan, Contraloría Social, Juventud, Academia de Policía y Cultura, por mencionar algunos.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil y más bien ha sido largo para ellas, pues no fue sino hasta el año de 2010 que la entonces AMMJE ingresó al Consejo Coordinador Empresarial de León (CCE) con voz y con voto en todas las decisiones que tomara el CCE, excepto una de ellas, la elección del presidente.
Por supuesto que no existe ninguna cláusula en los estatutos del CCE que digan que el presidente tiene que ser varón, lo que sí existe es una disposición que establece que, para poder votar por el presidente, el organismo con derecho a ese voto tiene que ser aprobado por la asamblea, que es algo que a la fecha la AMEXME no cuenta.
Durante mi segunda gestión como presidente del CCE me tocó dirigir el proceso para la posible incorporación de dos nuevos organismos que contaran con ese derecho, la Canadevi y la propia AMEXME. Por parte de la primera se recibió la petición y se cumplieron todos los requisitos. Sin embargo, por parte del organismo de las mujeres no recibimos respuesta alguna, lo cual quedó acreditado en un comunicado enviado el 3 de septiembre de 2020.
Lo que sí puedo confirmar es que para mi relevo, promovimos la consideración de candidatas mujeres a presidir el CCE, siendo así que la Lic. Luz Graciela Rodríguez Martínez se convirtió en la primera mujer candidata a ocupar la presidencia del CCE, obteniendo sufragios en las primeras rondas de votación.
Lo que también dicen los estatutos del CCE es que la elección del presidente debe llevarse a cabo por unanimidad, lo cual contribuye a generar la unidad y fortaleza en el presidente electo. Pero a veces esto también ha servido para bloquear candidatos.
Si existe un temor, ya sea fundado o no, de que al otorgarle a AMEXME el voto para la presidencia, este pueda ser utilizado para obligar a que la elegida deba ser una mujer. Me parece que eso puede ser resuelto mediante una reforma estatutaria que establezca que el presidente puede ser electo por mayoría calificada (dos terceras partes) y no necesariamente por unanimidad.
El sector privado de León ha puesto el ejemplo en el País para saberse organizar, recordemos que el CCE de León fue el primero a nivel nacional y tuvo iniciativas exitosas como la construcción del edificio de las instituciones empresariales. Pero hoy en día es anacrónico impedir a las mujeres votar cualquier decisión, pero también comparto la idea de que el género no garantiza ni condena un buen o mal liderazgo, todo tiene que darse en base a las capacidades de la persona y la representatividad de la institución, y no por cuotas.
LALC