“La esperanza es pasión por lo posible, es esperar con positividad que acontezca algo creíble, factible y real”.
Søren Kierkegaard
Hace unos días, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha puesto sobre la mesa un conjunto de propuestas enfocadas en mejorar el sistema de salud en México, siguiendo una visión holística que abarca desde la atención inmediata hasta la planeación a largo plazo. Estas propuestas, provenientes del sector empresarial, actores relevantes en el financiamiento del sector salud a través de los empleos que generan y los impuestos que pagan, resuenan con las palabras de Xóchitl Gálvez, quien enfatiza a la fecha -con mensajes dirigidos a los simpatizantes y miembros del PAN, PRI y PRD- que México merece un sistema de salud que brinde atención de calidad y calidez, así como acceso a medicamentos en el entorno inmediato del paciente.
En el corto plazo, plantea el CCE una base sólida para la salud. La salud, como pilar fundamental de la dignidad humana, exige un acceso universal y de calidad. El CCE destaca la urgencia de reducir las carencias sociales relacionadas con la salud, lo que incluye estabilizar y transparentar el abasto de medicamentos e insumos médicos. Esto último es crucial para asegurar una distribución eficiente que llegue a cada rincón del país.
La atención primaria de salud, la primera línea de defensa contra las enfermedades, debe fortalecerse. Las acciones propuestas buscan garantizar cartillas de vacunación completas para la población y la simplificación de trámites burocráticos, particularmente en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para ampliar su transparencia y eficiencia. La capacitación del personal de salud también se encuentra en la mira, con un llamado a mejorar las condiciones de formación continuada.
En el mediano plazo, plantea el Consejo la innovación y la colaboración. Mirando hacia el futuro cercano, el CCE sugiere alinear y expandir el desarrollo de los profesionales de la salud para responder de manera efectiva a la epidemiología actual. Esto sugiere una formación basada en las necesidades reales de la población y el entorno de enfermedades prevalentes.
La colaboración entre instituciones y la interoperabilidad son claves. Integrar al sector privado en un marco de certeza regulatoria podría dar lugar a un ambiente más competitivo e innovador. La adopción de modelos de atención médica basados en resultados y el fomento de tecnologías para una mejor trazabilidad de los servicios son pasos hacia un sistema de salud más accesible y eficiente.
A largo plazo, visualizan un sistema sostenible y preventivo. La visión a largo plazo del CCE contempla una estrategia de promoción de la salud y prevención de enfermedades. Esto incluye la promoción de hábitos saludables y el fortalecimiento del Primer Nivel de Atención Médica, esencial para la prevención y el manejo temprano de condiciones de salud.
La Salud Digital se presenta como una herramienta transformadora, con la adopción de tecnologías de información que permitan tele-diagnósticos, consultas remotas y herramientas digitales para fomentar comportamientos saludables. El uso de indicadores de desempeño para políticas de salud actuales cierra el ciclo de mejora continua propuesto por el CCE.
En conclusión, estimados lectores: Un México mejor sí es posible. Como coordinador de la mesa de salud, aprecio que la propuesta del CCE, en eco con las declaraciones de Xóchitl Gálvez, subraya la necesidad de un sistema de salud que no solo cure, sino que también cuide y prevenga. Se aboga por un sistema que sea reflejo de la dignidad humana, que permita a los individuos alcanzar su máximo potencial y contribuir al crecimiento económico del país. La inclusión del sector privado en este esquema no es meramente una colaboración económica, sino una alianza estratégica para construir un sistema de salud robusto, inclusivo y sostenible. Un México mejor para todos es una meta alcanzable, y estas propuestas podrían ser la hoja de ruta para llegar a ella.
* Día de los Santos Inocentes y la farmacéutica de la transformación de cuarta. El presidente López Obrador anunció el día de los Santos Inocentes la inauguración del Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud (CEFEDIS), que tiene como apodo, del mismo presidente, “La Farmacéutica” y que, según su amplia imaginación, resolverá el serio problema del desabasto de medicamentos.
No somos inocentes palomitas para dejarnos engañar; es claro que su farmacéutica no podrá resolver el mal que aqueja a millones de mexicanos que acuden al IMSS-Bienestar, IMSS, ISSSTE y otras instituciones públicas sin recibir la totalidad de medicamentos, especialmente los más pobres o con enfermedades muy graves que han duplicado su gasto en medicamentos o han caído en mayor pobreza por motivos de salud.
Cinco años de gobierno, seis presupuestos de egresos, cinco instituciones responsables de la planeación, compra y distribución de medicamentos (Hacienda, INSABI, UNOPS, Salud, IMSS-Bienestar) y ahora BIRMEX. No entienden que no entienden. Seguirá el desabasto.