CON TODO y que la relación con Guatemala se considera estratégica para México, extrañamente Andrés Manuel López Obrador no estuvo en la toma de posesión de Bernardo Arévalo.
LA FRONTERA SUR es un polvorín, por lo que resulta un asunto de seguridad nacional lo que ahí pasa. La migración y la criminalidad son temas cruciales entre ambas naciones. Iniciar una nueva relación diplomática era más que necesario.
EL DOMINGO pasado estaba concertado un encuentro entre Arévalo y AMLO a las 13:30 horas en el hotel Camino Real de Guatemala, según la agenda del mandatario centroamericano. Sin embargo, el tabasqueño dijo que tenía mucho trabajo y por eso no iba. Lo extraño es que ese mismo día difundió un video de su estancia en Chichén Itzá.
EL VUELO de la CDMX a Guatemala dura tan sólo dos horas. Está más cerca que Hermosillo o Tijuana. Resulta curioso que el Presidente tuvo tiempo para volar a Mérida, pero no a Guatemala que está más o menos a la misma distancia.
¿SERÁ que Bernardo Arévalo resulta un Presidente demasiado moderado para los gustos de la 4T? Es pregunta sin radicalismos.
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TODO INDICA que aquello de “continuidad con cambio” es algo más que un eslogan de campaña, pues Claudia Sheinbaum está mandando señales de que, de llegar a la Presidencia, tomará caminos distintos a los de AMLO.
AYER, por ejemplo, en su presentación ante la American Society, su discurso central fue sobre la inseguridad, teniendo a su lado a Omar García Harfuch. Es decir, dejó ver que el ex jefe de la policía capitalina encabezaría la estrategia de seguridad pública con un perfil diferente al actual, en el que el Ejército lleva el mando.
OTRAS diferencias que ha dejado ver Sheinbaum en relación al actual gobierno están en salud y educación. La incorporación del médico David Kershenobich, ex director del Instituto Nacional de Nutrición, en el equipo de especialistas -junto con Juan Ramón de la Fuente-, parece decir que la política sanitaria ya no tendrá el sello de Hugo López-Gatell.
Y LA INCLUSIÓN de una especialista como Rosaura Ruiz en los asuntos educativos, traza una raya con las poses inflamatorias de Marx Arriaga, el cerebro detrás del fiasco de los nuevos libros de texto.
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¿QUIÉN entiende a Jorge Álvarez Máynez? El precandidato de MC a la Presidencia ha dicho que no quiere ser una copia de Samuel García… peeero aparece en un video recibiendo del gobernador, a manera de estafeta, sus tenis y playeras fosfo-fosfo.
CON ESO queda claro que en la campaña de Álvarez Máynez se hará lo que diga Samuel. El detalle está en que este último no puede coordinar (oficialmente) la campaña sin incurrir en delitos electorales por ser funcionario público.
PARECIERA que para “la nueva política”, la frontera entre gobierno y Movimiento Ciudadano es muy, pero muy tenue.