La buena noticia es que la Comisión Federal de Competencia finalmente autorizó que el gobierno federal compre las famosas 13 plantas eléctricas de Iberdrola. Sin embargo, las condiciones establecidas parecen todo un reto para el Ejecutivo que estará obligado a cumplirlas si quiere llevar adelante la nueva empresa.
Y es que el organismo regulador estableció, entre muchas otras reglas, que las plantas operen de forma independiente de empresas competidoras, entre ellas CFE; y que no compartan con éstas información sensible o estratégica. De igual forma, deberán contar con un “administrador profesional independiente”.
En respuesta, la Secretaría de Hacienda festejó el resolutivo, dijo que la adquisición no presiona las finanzas nacionales y hasta anunció que se buscará “la participación en la inversión de las Afores, fondos de pensiones y otros inversionistas institucionales”.
Queda la duda de qué hará la CFE, que ya consideraba suyas esas plantas eléctricas y ahora, según la Cofece, tendrán que mantenerse aparte.
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Las esperadas listas de candidatos a diputaciones federales de Morena trajeron sorpresas y hasta novedades tricolores. Por ejemplo, en Chiapas no aparece la empresaria Patricia Armendáriz, que de haber aspirado inclusive a la gubernatura, ahora no obtuvo ni reintegro para la reelección.
Uno de los nombres que más desconcierta entre los morenistas es el de Luis Miranda Barrera, hijo de aquel Luis Miranda que fue operador y compadre de Enrique Peña Nieto y, en su momento, uno de los hombres duros del Grupo Atlacomulco, del que tanto se quejaron en su momento los obradoristas.
Y como el nepotismo también se viste de guinda, aparecen por Puebla tanto el hijo del diputado Ignacio Mier como Rosario Orozco, la viuda de Miguel Barbosa. Sin duda una de las postulaciones que más sorpresa causó es la Moisés Muñoz, ex portero del América y considerado por los seguidores americanistas como el héroe de aquella final que le ganaron de último minuto al Cruz Azul en 2013. ¿Gol electoral?
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A ver, en Guerrero los obispos intentaron pacificar el estado, sentándose a negociar ¡con narcotraficantes!, ante la ausencia de las autoridades estatales. Al mismo tiempo, la fiscal guerrerense se separa de su cargo porque quien más estorba su trabajo es el propio gobierno estatal. En medio de esto, el crimen organizado no sólo tiene presencia, sino que prácticamente controla la mayor parte del territorio. Ayer estuvo en la entidad el Presidente, pero “de lejitos”, pues llega por aire a Acapulco y se regresa de inmediato. ¿Y la gobernadora? Hay que preguntarle a su apá dónde está y qué hace. Ante este panorama, lo que más sorprende es que haya gente que afirma que Guerrero no es un Estado fallido.