¡Saludos que convenzan! México será más próspero en la medida en la que tengamos mejores lectores. Leamos estos pequeños cuentecillos: “Este cuento necesita 8 minutos para ser leído, dirigido a niños de 7 años. Los lugares donde se desarrolla son: Pueblo de Urashima, mar y Palacio del Dios del mar. Algunos de los valores que se desarrollan son: Respeto a los animales, amor y obediencia.

“Vivía hace muchísimo tiempo, en la costa del mar de Japón, un pescadorcito llamado Urashima, amable muchacho y muy listo con la caña y el anzuelo. Cierto día salió a pescar en su barca; pero en vez de sacar un pez ¿Qué piensas que encontró? Pues bien, sacó una gran tortuga, con una concha muy recia, una cara muy vieja, arrugada y fea, y un rabillo muy raro. Bueno será que sepas una cosa que, sin duda, no sabes, y es que las tortugas viven mil años; al menos las tortugas japonesas.

Urashima, que lo sabía, dijo para sí: «un pez me sabrá tan bien para la comida y, quizá, mejor que la tortuga ¿para qué he de matar a este pobre animal y privarle de que viva aún novecientos noventa y nueve años? no, no quiero ser tan cruel. Seguro estoy de que mi madre aprobará lo que hago». Así que echó la tortuga de nuevo al mar. Poco después Urashima se quedó dormido en la barca. Era tiempo muy caluroso de verano, cuando casi nadie se resiste a echar una siesta. Apenas se durmió salió de las olas una hermosa dama, que entró en la barca y dijo: yo soy la hija del Dios del mar y vivo con mi padre en el palacio del dragón. No fue tortuga la que pescaste y tan generosamente pusiste en el agua en vez de matarla. Era yo misma enviada por mi padre, el Dios del mar, para ver si tú eras bueno o malo. Ahora, como ya vemos que eres bueno, he venido para llevarte conmigo. Si quieres nos casaremos y viviremos juntos felizmente más de mil años en el palacio del dragón, al otro lado de los mares azules.

Tomaron entonces Urashima un remo y la princesa otro, y remaron hasta llegar al palacio del dragón, donde el Dios del mar vivía e imperaba, como rey, sobre todos los dragones, tortugas y peces. ¡Oh, qué sitio tan hermoso era aquél! los muros del palacio eran de coral; los árboles tenían esmeraldas por hojas y rubíes por frutas; las escamas de los peces eran de plata y las colas de los dragones, de oro. Piensa en todo lo más bonito que hayas visto en tu vida, ponlo junto, y tal vez imaginarás entonces lo que el palacio parecía.

Todo aquello pasó a pertenecer a Urashima por haberse convertido en yerno del Dios del mar y marido de la adorable princesa. Allí vivieron dichosos más de tres años paseando todos los días entre aquellos árboles con hojas de esmeraldas y frutas de rubí pero una mañana, dijo Urashima a su mujer -muy contento y satisfecho estoy aquí, pero necesito volver a mi casa y ver a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas. déjame ir por poco tiempo y volveré. -No me gusta que te vayas contestó ella. -Mucho temo que te suceda algo terrible; pero vete, pues así lo deseas y no se puede evitar. Toma, esta caja y cuida mucho de no abrirla…” Nos leeremos en la próxima.

El Pilón Filosófico: “La adquisición del hábito de la lectura, insisto que debe iniciarse a temprana edad. Es muy probable y seguro que usted tenga una deuda intelectual consigo mismo (¿?)”. 
Editorial: Silver Dolphin. Precio: $300. Capturista: Mónica Caballero. 

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