Vaya dilema en el que colocó Claudia Sheinbaum a la gran mayoría de los candidatos de la 4T. Porque si la abanderada presidencial ya dijo que está en contra de la reelección y va a proponer una reforma constitucional, ¿con qué cara pueden hacer campaña quienes se van a reelegir este año?
Vaya, no es que en este momento sea ilegal. Para nada. El tema es, digamos, de tantita congruencia. Porque está un poco raro eso de que salgan a pedir el voto para reelegirse, siendo que si llegan al Congreso tendrían que abolir, justamente, ¡la reelección! Y en esa posición están, entre muchos otros, los diputados Ignacio Mier y Sergio Gutiérrez Luna; los senadores Manuel Velasco, Olga Sánchez Cordero, Mónica Fernández e Higinio Martínez. Pero, bueno, ¿cuándo la incongruencia fue un impedimento para la política?
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El que tuvo que levantarse de su convalecencia para atajar los rumores fue Joaquín “Huacho” Díaz Mena, abanderado de Morena a la gubernatura de Yucatán. Resulta que hace unos días sufrió un accidente a caballo que le provocó la fractura de un brazo, por lo que tuvo que guardar reposo.
De hecho, la 4T tuvo que iniciar su campaña de proselitismo sin la presencia de su candidato, debido a que estaba fuera de circulación. En ese impasse, en la península comenzó a correr la versión de que los males de Díaz Mena iban más allá de un hueso roto, por lo que inclusive podría ser relevado en la candidatura.
Entre su propios aliados comenzaron a manejarse nombres de quienes podrían entrar al quite en caso de que hubiera necesidad de sustituirlo: el candidato al Senado por el Partido Verde, Jorge Carlos Ramírez Marín; el del ex clavadista olímpico Rommel Pacheco, aspirante a la alcaldía de Mérida, y el ex senador panista Raúl Paz Alonzo, hoy en Morena como aspirante a diputado local.
Ante tantos dimes y diretes, el propio “Huacho” tuvo que adelantar su reaparición -al menos en video- para desmentir que vaya a soltar la candidatura y asegurar que todo es producto de la guerra sucia de sus contrincantes.
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Por increíble que parezca, la alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López, fue propuesta por su partido… ¡para la reelección! La decisión resultó sorpresiva por varias razones.
La primera, por supuesto, fue la forma tan evidente en que resultó rebasada por la crisis que provocó el huracán Otis. Si ya de por sí la presidenta municipal arrastraba un negro historial en materia de seguridad, el desastre del año pasado puso en evidencia la inoperancia de su gobierno.
Lo más extraño del asunto es que, pese a todos los antecedentes, Abelina López logró frenar la intentona de Félix Salgado y su hija, la gobernadora Evelyn Salgado, de quedarse con su cargo, el cual resultaría muuuy conveniente para sus intereses. Al final, de todas formas, Acapulco pierde.