Deslealtades, traiciones, trampas, transas y autodestrucción, es lo que un artículo de UnoXUno, medio digital, refiere respecto de Morena en nuestro estado, y seguramente no es de asombrarse que en la política todo esto pasa, pero ¿en qué grado como para salir huyendo?

Morena ascendió al poder en el país muy pronto, pero más que por mérito propio y verdaderas propuestas, lo fue por el hartazgo de un pueblo ante la problemática centrada en dos aspectos principales, la inseguridad-violencia y la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo económico.

La inseguridad y la violencia no solo no se resolvieron, sino que se exacerbaron a un grado que debería ser ya declarado como una crisis humanitaria, con 181 mil asesinatos intencionales en lo que va de este gobierno, superando a cualquier otro sexenio anterior.

La cifra de personas desparecidas en este gobierno es de 44 mil, lo que representa el 40% del total de 111 mil, pero de un recuento que proviene desde los años 60, hasta da terror sacar el porcentaje en este mandato.

Otro delito infame es el de la extorsión, con un crecimiento exponencial derivado del caballo del Apocalipsis que significa la delincuencia organizada, que ha asentado sus reales en la mayor parte del territorio nacional, con un Presidente que abrazó al crimen, antes que al pueblo.

Un movimiento que se autodenominó de regeneración se degeneró de inmediato porque el poder corrompe, pero el poder total corrompe totalmente.

Te puedes decepcionar de los políticos, pero no de la política en su acepción más noble, sobre todo por su etimología grecolatina de populus y polis (pueblo), en donde el poder proviene y debe residir en el pueblo.

En lo que uno haga, en lo que uno emprenda, que no dependa de ti sino de circunstancias y de otros por las que de pronto te puedas decepcionar. En la vida y en el amor, que no seas tú quien traicione, que no seas tú quien dañe.

Creí en el Camino de México que propuso Marcelo Ebrard hasta el último momento, pero quien dejó de creer fue él mismo. Movimiento Ciudadano lo arropó y le esperó al extremo.

Consta de fuentes directas que Marcelo dijo tres veces sí a la posibilidad de una candidatura por la Presidencia de la República con MC; era un partido revulsivo y un candidato revulsivo, lo que no se dio al final porque ni siquiera dijo no; Marcelo abandonó el Camino de México y hoy está injertado en el monstruo que combatió.

En la lucha por la Presidencia de la República CS lleva una ventaja natural, luego de cinco años de la promoción presidencial y de haber inundado el país con bardas y espectaculares, con un gasto multimillonario que puede rondar los 10 mil millones de pesos, de erarios públicos.

Movimiento Ciudadano está con propuestas frescas, nuevas, en esta lucha política; en ese sentido ha ido ascendiendo y por algo gobierna dos de los estados más ricos del país, como son Nuevo León y Jalisco.

MC ha sido un contrapeso a dos corrientes que no son opuestas porque la conforman políticos de siempre, PAN, PRI y PRD. Lo que sí es claro es que MC defenderá la República y sus instituciones democráticas que provienen de una lucha histórica que costó sangre y vidas.

En esa principal meta y con todas las que tengan que ver con un país que conserve sus libertades, principalmente a la vida y a la felicidad, y que se alcancen otras más, va mi incursión en MC y mi candidatura a la diputación federal por el Distrito 3.

 

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