Bajo cualquier medición que se quiera aplicar, el sexenio del Mesías Macuspeño no está cerrando nada bien. No sólo por las métricas, negativas casi todas, sino por el clima de inseguridad, violencia y barbarie que se ha apoderado del País. Los videos de sicarios torturando a choferes de transporte público en Guerrero son como para indignar a cualquier ciudadano que se precie del valor de la paz y el orden.
Mientras, en lo alto de la Pirámide, en donde se celebran los sacrificios, en donde se les saca latiendo el corazón a los bebés porque sus lágrimas complacen al dios Huitzilopochtli, ahí para el Tlatoani todo es éxito y bonanza. A sus ojos, México marcha como su Tren Maya, que mató a uno y dejó herido a otro el lunes: lástima para Lopezuma que la realidad tiende a irrumpir en los sueños y hacerlos añicos.
El fin de semana pasado le tocó a Cayetana Álvarez de Toledo, Diputada del Partido Popular español, decirle sus verdades al Tlatoani Tabasqueño, y el lunes le tocó a la directora de Inteligencia del Presidente Biden, Avril Haines, reportarle al Comité de Inteligencia del Senado, junto con los directores del FBI y la CIA, que en México hay partes del País bajo control de los cárteles.
Uno de los muchos problemas del Emperador Lopezuma es que, como buen narcisista, sólo importa él y nunca se ubica en relación a quién es la persona que dice sus verdades, es decir, la montaña de errores cometidos por su “Gobierno”. Ello lo lleva a descalificar, ignorar o insultar a quien osa criticarlo, que a estas alturas ya debe ser mínimo la mitad de la humanidad. Eso hizo con la Diputada Cayetana y, sin duda, eso hará con Avril Haines, la directora de Inteligencia de Biden.
Haines es una mujer formidable, en la Administración de Obama conducía el área legal del Consejo de Seguridad Nacional, en relación a la autorización de los ataques de los “reaper drones”, en Pakistán, Afganistán e Iraq, cuando sus blancos eran los líderes terroristas. Se graduó en Física en la Universidad de Chicago y luego aspiró a un doctorado en la Universidad Johns Hopkins; antes fue admitida en la academia élite de judo Kodokan en Tokio, aprendió a VOLAR, fue nombrada subdirectora de la CIA por Obama y ahora es directora de Inteligencia con Biden.
Ni modo que Lopezuma salga con que nada de lo que dice ella es cierto porque es una “ultraconservadora”, siendo que los ultraconservadores están con su AMIGO, Donald Trump, quien es el prototipo de tal nomenclatura y no en la Administración Biden, considerada “liberal”. Pero Lopezuma está acostumbrado a que se le descuadren sus epítetos, porque -por ejemplo- un tío que MILITARIZA a su país ES la definición de CONSERVADOR.
Vaya usted a saber qué se cree el Tlatoani Tabasqueño, ya que cuando insulta a alguien llamándolo “conservador” en los hechos se está descalificando a sí mismo, pues con su autoritarismo y militarismo CAE bajo la definición de un conservador, vaya, al estilo de un FRANCISCO FRANCO, “Caudillo de España por Gracia de Dios”, ni más ni menos.
No hay manera de que Lopezuma pueda negar lo evidente: que en México los grupos narcoterroristas han aumentado su presencia e influencia. Es evidente, como lo es que se han disparado los asesinatos: Felipe Calderón, de quien se burla y a quien denuesta, dejó el País con 120 mil asesinatos en su sexenio. ¿Y en cuántos va el Tlatoani Tabasqueño? ¡En CIENTO OCHENTA MIL!
Ha crecido la IMPUNIDAD, la extorsión, el ROBO, el cobro de piso, el secuestro, el tráfico de anfetaminas; los criminales controlan taxistas, aduanas, alimentos, han establecido estancos en el campo y cobran a los agricultores por su producción.
Sumado a todo esto y haciéndolo posible está la CORRUPCIÓN que, lejos de ser desterrada, ha crecido como un CÁNCER, fomentada por la OPACIDAD de este Gobierno, la asignación directa de contratos a parientes y amigos, y la nula rendición de cuentas. Y luego amenaza que SU aerolínea militar va a comprar VEINTE aviones: o sea que va a PERDER 20 veces más: ¡genio!
RSV