Puede que al inicio de las campañas la candidata opositora Xóchitl Gálvez aún no cierre por completo la brecha que le sacó la adelantada ofensiva de la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, quien con apoyo gubernamental saturó al País con panorámicos y harta presencia en medios oficialistas y en redes sociales con dinero -probablemente, según indicaciones- de presupuestos públicos de gobernantes correligionarios y del propio Gobierno federal, comenzando con el titular del Ejecutivo, quien desoye las medidas indicadas por el INE de no realizar proselitismo desde su investidura, lo cual es una evidente interferencia ilegal en las campañas.
Pero Xóchitl Gálvez está levantando, sus recientes apariciones han sido exitosas tanto en asistencia como en mensaje y se muestra combativa con sus críticas a los excesos del actual Gobierno.
Ha dicho Gálvez que su chamba es “CONQUISTAR CORAZONES” y se nota que lo está logrando.
Pudiera ser que la brecha actual -por el arranque anticipado de su rival- parezca grande, pero todo indica que se va a cerrar conforme avance la contienda y que, llegado el 2 de junio, se cumpla el refrán de “caballo que alcanza, gana”.
Gálvez en sí va bien, no tanto quienes la acompañan, un “mismatch” peculiar de impresentables e incómodos, pero al final la candidata es ella y es ella quien en eventos recientes ha lucido: se mira valiente, certera en sus críticas y muy echada para adelante.
Ejemplo más reciente fue su gira por Ciudad del Carmen, Campeche, cerquita de la tierra del Tlatoani Tabasqueño, donde dijo en aplaudido discurso: “Claudia Sheinbaum salió con la mentira de que yo quiero privatizar PEMEX. Falso, PEMEX se moderniza, no se privatiza. Además de todo ELLOS YA LA PRIVATIZARON, la volvieron el NEGOCIO FAMILIAR DE LOS HIJOS DEL PRESIDENTE y de su padrino Octavio Romero (director del monopolio quebrado)”.
Y añadió: “Nos dijeron que eran primero los pobres, pero a la hora de OTORGAR CONTRATOS fueron PRIMERO LOS LÓPEZ”.
(Éstos, los hijos del Presidente, y su cuate, que tiene contratos millonarios con la paraestatal, Amílcar Olán, quien junto a un primo Beltrán medran en el Tren Maya con el balastro, y que en audios difundidos por Loret de Mola hacen mofa de que el trenecito se “puede descarrilar”, pero que ese es “otro pedo”; y también lo hacen en la Refinería Dos Bocas).
Como ustedes observarán, Gálvez demuestra ser entrona y no tiene empacho en agarrar temas difíciles, característica que nos hace pensar que -cuando menos- la MITAD de México que se muestra en desacuerdo con la manera en que el Emperador Lopezuma maneja el País la acabará apoyando.
Afirmamos que hay un 50 por ciento de mexicanos que desaprueba a la 4T y a su predicador, dado el hecho de que encuestas recientes han mostrado que el índice de aprobación de Lopezuma ronda el 50 por ciento o poco menos.
Es cosa de tendencias: si la aprobación del Predicador en Jefe va a la baja, la de su creación debe seguir la misma inercia.
Ésta quizá no se note de inmediato, pero se registrará eventualmente, abriendo así una oportunidad para que, llegado el 2 de junio, se dé una contienda CERRADA que, sobre todo, permita que en nuestro Congreso se dé un EQUILIBRIO de fuerzas.
De tal manera que exista, legislativamente hablando, un contrapeso para la aplanadora de Morena que amenaza con desaparecer el INE, poner bajo su batuta al Poder Judicial y desaparecer los organismos AUTÓNOMOS, como el del derecho a la información, esencial para aplicar la rendición de cuentas de los servidores públicos.
En una democracia es fundamental que en el GASTO público haya absoluta transparencia, para evitar transas y chanchullos con los cuantiosos contratos gubernamentales, en los cuales, bajo la actual dictadura, NO EXISTE, y amenaza con continuar de ganar la señora Sheinbaum.
En síntesis, la ÚNICA encuesta que importa, cuyos resultados son definitivos, es la que se llevará a cabo el 2 de junio en la jornada electoral.
De manera que -para este su h. servidor- no nos parece determinante cómo inician las campañas, de lo que tenemos que encargarnos es de cómo TERMINEN, por el bien de México y de los mexicanos.
ÁTICO
No es determinante cómo inician las campañas, de lo que tenemos que encargarnos es de cómo terminen, por el bien de México y los mexicanos.
RSV